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Explicaciones Sedantes: La ley de gravedad

Explicaciones Sedantes: La ley de gravedad

Hace muchos años, en el siglo XVII, el físico matemático y astrónomo Isaac Newton estaba bajo un árbol de manzanas leyendo plácidamente cuando de repente observó que una manzana se desprendió del árbol y se cayó al suelo. Gracias a esta manzana Isaac pensó en la fuerza de la gravedad y luego de muchísimos experimentos más descubrió la Ley de la Gravitación Universal, más conocida por nosotros como Ley de gravedad y que en una simplificación irrespetuosa pero práctica establece que los objetos son atraídos hacia el centro de la tierra por una fuerza invisible y eso hace por ejemplo que el agua de la canilla se dirija hacia el piso y que si es este momento suelto la lapicera esta caerá.

Hoy, en un momento de inspiración circense he tomado mi teléfono celular y lo he lanzado hacia arriba (digamos que unos dos metros) y con una confianza total me dispuse a atraparlo… ¡se patinó entre mis dedos y se fue derecho al suelo haciéndose trizas! Y me pregunté ¿por qué?, ¿por qué se cayó?

La respuesta más simple y rápida que se me ocurre es: por la ley de la gravedad

Y aquí hemos llegado al centro de la cuestión, las explicaciones sedantes.

Las explicaciones sedantes son aquellas que a menudo utilizamos ante una situación, problema o desafío poniendo o adjudicando la causa a factores externos y ajenos totalmente a mi responsabilidad, por lo que independientemente de si no cumplí el objetivo o no, ¡lo principal es que no es mi culpa!

Que el teléfono se cayó por la ley de gravedad es una explicación sedante, la causa real es mi impericia, mi imprudencia, mi… (sí, siempre empezando con mi…)

¿Ejemplos de explicaciones sedantes?

Mi jefe es injusto, se cayó el sistema, el verdulero me vende fruta en mal estado, llegué tarde porque no sonó el despertador, me hicieron una multa solo para recaudar…

Las explicaciones sedantes pueden producir un efecto tranquilizador momentáneo, transitorio, pero no me ayudarán a resolver el problema, no me servirán para crecer, para mejorar, es más, cuando el uso de explicaciones sedante se hace frecuente o casi un hábito seguramente tendrán consecuencias personales ya que actuar de esta manera no solo me bloqueará, sino que al declararme inocente al mismo tiempo (y probablemente sin percibirlo) me declaro también impotente e incompetente al cerrar posibilidades de acción (¡con la ley de gravedad no se puede!).

Lo opuesto a las explicaciones sedantes son las explicaciones generadoras, explicaciones que tienen un efecto de crecimiento, donde aun siendo parte del problema, también soy parte de la solución, no me siento culpable y hago todo lo necesario para cumplir con el objetivo, comunico el inconveniente, ofrezco soluciones alternativas y abro posibilidades de acción superadoras.

¿Ejemplos de explicaciones generadoras?

Saqué una mala nota: debo estudiar más, buscar ayuda, concentrarme más

Me hicieron una multa: debo respetar las reglas

Se cayó el sistema: aviso a los clientes y usuarios inmediatamente y propongo una solución para minimizar el efecto del imprevisto, por ejemplo un turno adicional de atención preferencial.

Usar explicaciones generadoras también tiene consecuencias personales, actuar de esta manera tiene un beneficio enorme, me involucro y busco la solución, soy protagonista y busco superarme y mejorar (a veces a pesar de los medios y el entorno), y actuando así seré reconocido como una persona responsable.

La próxima vez que algo se interponga entre vos y tu objetivo, pensá cuál es la causa, qué podría hacerse de manera diferente, cómo mejorar, quién te puede ayudar y muchas más explicaciones generadoras, y por favor…

¡No creas que es culpa de la ley de la gravedad!

 

Por Rubén Filippa

 

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