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La inflación no baja y el dólar sube

La inflación no baja y el dólar sube

Las expectativas van desde 45 a 60 para el final del año. Pero aunque el dólar está alto, las exportaciones no terminan de arrancar.


Por Gustavo Scarpetta

 

Pero aunque el dólar está alto, las exportaciones no terminan de arrancar. El superávit comercial se logra en base a la caída de las importaciones. Según Martín Redrado -ex presidente del BCRA- el plan actual es solamente para llegar a fin del mandato.

Las importaciones cayeron 26,5%, destacando que se comparan con las altas ocurridas en comienzos del 2018. El primer trimestre del año pasado mostraba un doble crecimiento de exportaciones e importaciones que se detuvo bruscamente con la crisis del dólar y la devaluación de abril.
Las exportaciones de comienzo del 2019 también descendieron 4,7% según los datos oficiales del INDEC.
Las materias primas y las manufacturas de origen agropecuario crecieron, pero las manufacturas de origen industrial (MOI) se derrumbaron un 24% y caso similar ocurrió con el petróleo y combustibles (-27.4%).

Las exportaciones a Brasil y Estados Unidos vienen cayendo, y las dirigidas a China aumentan (34,5%).

Este es el contexto, el Gobierno tiene déficit fiscal y aplica un plan para reducirlo básicamente aumentando impuestos por lo que subió las retenciones a las exportaciones. El déficit comercial lo buscó modificar mediante la devaluación del dólar. Además implementó una banda de flotación del dólar para dar más incertidumbre.
Los analistas políticos dicen que una escalada del dólar puede liquidar las posibilidades electorales del oficialismo.

El escenario electoral

La política altera a la economía y la economía altera a la política. El riesgo país sube por la incertidumbre electoral, que muestra un escenario dividido en tres tercios, donde nadie tiene asegurada la victoria.

Hay grandes preguntas: ¿cuánto costará el dólar en diciembre? ¿Qué otras medidas se podrían tomar más allá de las que tomó el actual gobierno? ¿Cuando bajará la inflación? ¿Cuándo terminará esta recesión?

Vamos por parte.
El dólar es un precio de una mercadería. La inflación estará entre 30 a 40% anual. Si consideramos que en agosto del 2018 costaba $40 y era un valor lógico o correcto, deberíamos aplicarle esa inflación. De esa manera entre agosto y diciembre debería estar entre 52 a 56 pesos. Sino se acomoda dentro de ese marco podríamos decir que se esta atrasando. Y cuando se atrasa el tipo de cambio, las importaciones crecen y las exportaciones se debilitan. El turismo también ve cambiar su signo, saliendo más argentinos al extranjero y llegando menos extranjeros al país.

Qué otras medidas?
El plan antiinflacionario es ortodoxo. Quitar dinero de la plaza, subiendo tasa de interés y bajando el déficit fiscal. Los costos que tiene es que con que menos dinero en la plaza, las ventas se caen, la recesión se fortalece, cierran comercios, cae el empleo y baja la recaudación. En este punto existe un criterio disidente con la dirigencia económica nacional. Al haber una recesión tan fuerte, las ventas caen de manera importante y por lo tanto es la recaudación impositiva cae. De esa manera, al caer los ingresos públicos, el buscado déficit fiscal en lugar de acercarse se aleja.
¿Es tan importante el déficit fiscal o bajar la inflación, o es más importante crecer? Si el país crece, la economía crece, hay más dinero circulante y la recaudación puede crecer. Si se mantienen relativamente estables los gastos, el déficit fiscal caerá, y por lo tanto la inflación debería terminar disminuyendo. Este mecanismo de disminución tiene menos costo en empleo que la estrategia actual. El problema: electoralmente no llega tiempo para verse los beneficios en octubre.

Un dólar más alto podría ayudar a las exportaciones, ampliará el superávit comercial y reactivaría la economía vía la industria exportadora. También aumentaría la inflación unos puntos, pero en la situació actual, una inflación de 30 o 35%, no sería más complicado.

¿Cuando bajará la inflación? En el segundo semestre la inflación bajará. Pero ya habrá sido tan alta en los primeros 6 meses que no podrá ser inferior a 30%, y el arrastre para el año siguiente también será alto para cualquier presidente que comience su ciclo.

¿Cuándo terminará la recesión?
La cosecha de soja y los dólares de la misma pueden colaborar para movilizar la rueda de la economía. La amplia restricción impuesta por las medidas del Banco Central de la República Argentina hace que a la economía le costará arrancar, y se extienda hasta luego de junio. El clima político puede mejorar o dificultar a la salida de esta crisis. Un escenario donde el gobierno se muestre victorioso puede dar certidumbre, en cambio , si todo continúa como hasta ahora, y las posibilidades de triunfo se dividen entre varias facciones, esa incertidumbre afectará negativamente en las variables económicas.

Un plan dirigido a mejorar la competitividad puede hacer mejorar la economía vía un aumento de exportaciones. Aún hay mucho para hacer en ese sentido.

Por Gustavo Scarpetta

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