¿Se viene el Chile Sociedad Anónima?

Un análisis a fondo sobre el impacto económico del recambio político en el país trasandino y las primeras decisiones del nuevo presidente Piñera.

Chile sufrió uno de los cinco terremotos más fuerte de la historia.

En plena transición entre el gobierno de Michell Bachelet y la asunción de Sebastian Piñera, un sismo y un tsunami sacudiero a Chile, y los costos de la reconstrucción se estiman en un monto cercano a 30.000 millones de dólares.

Sin embargo, el actual Presidente que asumió en los primeros días de marzo proyecta que Chile crecería 6% en los próximos cuatro años.

También el Ministro de Economía indicó que los objetivos planteados antes del desastre se mantendrán y se harán todos los esfuerzos necesarios para lograrlo.

Las incógnitas antes del Terremoto. Hoy hablar de Chile es hablar de la reconstrucción. Y de las distintas ayudas  solidarias que se envían desde distintos puntos del mundo.

Aunque antes del terremoto, los temas que eran tapas de los diarios eran otros, que no han terminado de cerrar, sino que se vieron eclipsados por el sismo.

Para hacerse conocer en el mundo, el slogan elegido por ese país es “Chile, siempre sorprende”.

El parque automotor es muy moderno. Las camionetas son mayoría, ver convertibles y grandes marcas es normal. Sin dudas, después revisando los diarios y los precios de los vehículos entiende el porque de tal situación.

Chile vive una transición política a la que no esta acostumbrado. Después de 20 años de liderazgo de la concertación desde la salida de Pinochet, el triunfo de Sebastian Piñera, ha cambiado las cosas, y los que se acostumbraron a gobernar, deben acomodarse como oposición, lo que parece les esta costando mas de lo que se suponía.

Piñera declaró que sumó a los mejores a su gabinete, sin importar de que partido sean. Bruscamente los líderes de la Concertación inician una seguidilla de declaraciones y reuniones anunciando vivamente que nadie debe aceptar un cargo en el Gobierno, y que si esto ocurre deberán renunciar al partido.

Después los del partido de Piñera, dicen que buscan que el próximo presidente se equivoque, que tenga un mal gobierno.

Debieron salir –incluso el prestigioso Ricardo Lagos- a justificar su decisión.

No apoyaron al nuevo gobierno y para eso necesitaron de eufemismos, como que una gran oposición es más útil para Piñera.

Todo bastante criticable.

Tal vez a la Concertación le resulta atractivo quitar apoyo, utilizar su mayoría parlamentaria, y poner palos en la rueda para volver en cuatro años al poder.

Las últimas medidas de Bachelet y las primeras decisiones de los líderes de la nueva oposición, no marcan una gran diferencia con el comportamiento del resto de los políticos en América latina.

Bachelet: Sorprende que alguien se vaya con 80% de aceptación, y que durante su mandato resulte vencedor un candidato opositor a la concertación que le cortó un largo invicto en el Gobierno.

Después de sus primeras medidas, la popularidad de la presidenta cayó abruptamente, sobre todo con la implementación del Transantiago. Supo sobreponerse a eso, y llegar a ser junto a Lula y Lagos unos de los dirigentes mejor vistos de todo el continente.

Piñera: Según varios medios económicos, es el hombre más rico de Chile. Accionista de Lan Chile (debió vender esas acciones, lo cual también le valió críticas), utilizó la estrella símbolo de la aerolínea como logo para la campaña.  Además es dueño de Colo-Colo uno de los equipos más populares del país trasandino y de Clínicas Las Condes.

Algo que se esperó con ansiedad fue el gabinete de Piñera. Los integrantes de su partido pedían por una gran participación de políticos, y temían que fuera un gabinete lleno de tecnócratas.

Finalmente quedó integrado por rectores de universidades, empresarios, y algunos políticos. Seguro que sorprendió con algunas designaciones.

Como Canciller, un área esencial para Chile, por su agresiva política comercial, y también por la conflictiva relación con sus vecinos Bolivia y Perú, se designó a un alto ejecutivo de Falabella; Moreno Charme tiene un MBA en la Universidad de Chicago. No tiene ninguna experiencia en Relaciones Internacionales, pero Piñera prefirió su perfil comercial, que experiencia en la temática. Esto puede hacer pensar que Chile aumente aún más su agresiva política de accesos a los mercados internacionales.

Otra sorpresa, fue el Ministerio de Salud.

En Chile, la Salud privada es muy buena, hay clínicas muy lujosas como la Alemana o las Condes, ubicadas en la zona más rica de Santiago. Una consulta de emergencia puede costar 15.000 pesos argentinos.

Piñera tenía participación en la Clínica Las Condes y la vendió después de ser electo. A su socio en la Clínica lo designó como ministro de Salud.

También sumó un opositor. El ministro de Defensa de Ricardo Lagos, será también su ministro, Jaime Ravinet.

Las mayores críticas

Hay críticas internas que apuntan a la falta de experiencia de la Concertación para “trabajar” de oposición.

Además se cuestiona el perfil académico y tecnócrata del gabinete, y por ende la falta de capacidad política.

Algunos periodistas dicen que viene “Chile S.A.”.

Un importante sociólogo brasilero afirmó que Chile, decidió convertirse en un exportador neto de materias primas, abandonando un proyecto industrial.

Solo dos países en el mundo entraron en el equipo de desarrollados exportando más materias primas que manufacturas industriales y son Australia y Nueva Zelanda. Chile debería ser el tercero que lo logre.

Por el lado social, se elogia la baja de la pobreza, aunque es notoria la falta de movilidad social. La clase media de alguna manera castigó eso y es parte de las lecciones de la elección.

Criticar demasiado a Chile parece más de envidia que de realidad, aunque hay algunas cuestiones que deben considerarse en su análisis.

A veces los países “modelos” que son dados como ejemplos como lo fue España hasta hace unos pocos meses pueden caer en grandes laberintos.

La tragedia

El terremoto, golpeó severamente al país trasandino. Este desastre significará un costo adicional importante en infraestructura y ayuda social adicional.

Los fondos que estaban ahorrándose para mejorar la infraestructura, deberán dedicarse a reconstruir y resolver los problemas que generó la tragedia.

Según las proyecciones, Chile podría ser el primer país de Latinoamérica  en llegar al Primer Mundo. Algunas estimaciones indican que para el 2020, el país de Piñera podría estar ingresando a ese escalón.

Para los demás países de la Región puede ser muy importante que Chile continúe con sus políticas de largo plazo, su crecimiento y la mejora de sus indicadores sociales, y de esa manera ser referente, como demostración que es factible llegar al Primer Mundo, así como reducir ostensible y estructuralmente la pobreza.

Según las proyecciones, Chile podría ser el primer país de Latinoamérica  en llegar al Primer Mundo. Algunas estimaciones indican que para el 2020, el país de Piñera podría estar ingresando a ese escalón.