“La demanda está firme, pero no crece la capacidad exportable argentina”
Las exportaciones llegarán a un nuevo récord este año, pero más por efecto del precio que por volumen. Advierte que la exportación se concentró en el agro y en los autos y que las ganadoras son las multinacionales.
Marcelo Elizondo, ex director de Fundación Export Ar
Este año, las exportaciones superarán la cifra récord de 2008, cuando se vendieron bienes por 70 mil millones de dólares. Este crecimiento será más por efecto de los mayores precios que por un aumento real en la cantidad vendida al exterior.
Esto sucede porque la incertidumbre ha frenado la inversión para aumentar la capacidad exportable, pero también porque los envíos al exterior se están concentrando en las multinacionales, ya que la pérdida de competitividad está afectando más intensamente a la Pyme que se había internacionalizado.
Así lo entiende Marcelo Elizondo, que durante los primeros años de la salida de la convertibilidad fue director de la Fundación ExportAr y que actualmente es consultor comercio exterior de entidades como la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) y otras empresas, además de dirigir la Escuela de Negocios Internacionales.
El especialista pasó por Córdoba invitado por la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) para disertar sobre las nuevas maneras de encarar la actividad internacional.
En diálogo con Revista Container trazó las perspectivas para este año.
– ¿Cree que llegaremos a un nuevo récord en exportaciones?
Sí. Las exportaciones tuvieron un gran crecimiento entre 2002 y 2008. Ese año se registró la cifra récord de 70 mil millones de dólares en bienes enviados al exterior. A partir de ahí, la situación ya no fue la misma. El escenario se puso muy complejo, los costos son más altos, el tipo de cambio ya no es tan confortable, la capacidad instalada ociosa es menor como para aumentar la oferta exportable, el Gobierno puso en marcha medidas tendientes más a atender la demanda interna que a fomentar los negocios internacionales. En 2009 bajaron y en 2010 se recuperaron pero llegaron a 2008. Este año, vamos a superar el récord de 2008.
– Será un año muy positivo, entonces…
En términos cualitativos no. La incidencia de los precios es la mayor desde la caída de la convertibilidad, excluido 2008 que fue un año excepcional en materia de valores. Entre 2007 y 2010 las exportaciones argentinas crecieron 22 por ciento en dólares, pero en volumen sólo seis por ciento, esto es menos de dos por ciento anual.
– ¿Qué sucede en la exportación argentina?
El problema no es la demanda. Argentina no genera la inversión necesaria para aumentar la oferta exportable, porque tiene empresas muy abocadas al mercado doméstico, con una demanda interna muy sólida.
– Ya no interesa tanto el mercado internacional…
La economía mundial está desacoplada. Europa no está funcionando bien. Estados Unidos empieza a recuperarse con mucha modorra y situaciones de “stop and go” permanentes. Pero también esté el mundo emergente, donde Argentina destinó el año pasado 75 por ciento de sus exportaciones de bienes. Quizá estos países no crezcan como hasta ahora, pero van a mantener un buen dinamismo, hay muchas oportunidades en estos mercados.
– ¿Qué debe hacer Argentina entonces?
La pregunta es si va a pegar el salto en la inversión que le permita incrementar su oferta exportable para aprovechar estas oportunidades. Con o sin viento de cola, la demanda potencial para productos argentinos está firme, lo que no está claro es si Argentina va a aprovechar estas oportunidades.
– Esto responde a una visión del escenario político
Este es un momento político y normativo muy complejo para las empresas. Tiene que ver en parte con la incertidumbre de invertir sin saber si después, por decisión de tal o cual funcionario, se cierra la exportación, como pasa con la carne y el trigo. Pero también está relacionada con otros factores; por ejemplo, si hay suficientes insumos o energía, o cuánto aumentará el costo laboral. Acompañamos la demanda con algunos incrementos marginales pero no hay inversiones estratégicas en nuevas plantas, nuevos productos y grandes crecimiento en stock de capital.
– ¿A esto se suma la pérdida de competitividad?
Hay una cierta pérdida de competitividad de los exportadores Pyme industriales, sobre todo en manufacturas de origen agropecuario como preparado de frutas y hortalizas o preparados de carne. También en algunas manufacturas de origen industrial como cosméticos, farmacéuticos, plásticos y autopartes. Estos son aquellos que no pueden acompañar el aumento de la demanda.
– ¿Esta pérdida de competitividad no es igual para todos?
Algunas compañías multinacionales se están beneficiando por el aumento de los precios. En 2005, los cinco productos que encabezaban las exportaciones sumaban el 38 por ciento de las ventas; en 2010, este grupo sumó el 48 por ciento. Estamos en un proceso de concentración en grandes explicado por este aumento en los precios; estos cinco sectores son pellets y harinas de soja, productos de la industria automotriz, oleaginosas, aceites y cereales.Vamos a llegar al récord de exportaciones, pero desde el punto de vista cualitativo fue mejor el récord de 2008 porque fue mejor la composición, la participación y la performance de los diferentes sectores exportadores.
Las nuevas formas de ver el comercio exterior
Marcelo Elizondo pasó por esta ciudad para iniciar un plan de trabajo entre la Escuela Internacional de Negocios, de la cual es director, y la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec).
Para el especialista en comercio exterior, el contexto que afecta a las empresas exportadoras requiere de encarar la actividad desde una perspectiva diferente a la que se tuvo hasta 2008.
“Las condiciones que sirvieron para crecer entre 2003 y 2008 no sirven en este momento. Hay diferentes atributos que las empresas deben desarrollar para avanzar en el mercado internacional”, resalta.
Para Elizondo, parte de estos atributos son:
Innovación. Cuando no se compite con mejores precios, hay que mostrar innovaciones en el producto, en la estrategia comercial y en el servicio de pos venta; alguna característica singular que convierta a la empresa en valorable.
Reputación. Generar conocimiento, prestigio y valoración en el cliente. Esto hace a la empresa menos desplazable por la competencia aún cuando se ponga más caro. Para eso, hace falta desarrollar marcas, estándares de calidad, certificaciones de normas y otros mecanismos de confianza con el importador.
Alianzas estratégicas. Armar el sistema con los proveedores de insumos y de servicios (logística, distribución, etc.). Así cuando aumentan los costos en el mercado doméstico, se puede ganar eficiencia en el mercado internacional.
Conocimiento. Los hechos que ocurren en el mundo están modificando la configuración de los mercados; así por ejemplo los cambios en Egipto (el principal importador de trigo en el mundo) hacen que los interlocutores y los que tomen las decisiones cambien, el conocimiento de esas oportunidades generan la posibilidad de aprovecharlas. Otro tanto sucede en los mercados asiáticos afectados por la inflación o en los países musulmanes de medio oriente.
Conocimiento interno. Implica el desarrollo de buenas prácticas a través de esquemas más eficientes y que permitan generar mayor valor.
Otros. A estos se suman mejores mecanismos de marketing, trabajo en la administración del ambiente.