La UE frenó importaciones de biodiesel y ya se paralizaron inversiones en la Argentina
Por una investigación “antidumping” se redujeron los pedidos desde el continente europeo, dejando a la industria local con entre 40 y 50 por ciento de capacidad ociosa y planes de ampliación de plantas en “stand-by”.
La Unión Europea (UE) decidió intensificar el control sobre las importaciones de biodiesel procedentes de Argentina y los productores locales podrían enfrentar impuestos retroactivos desde este viernes si una investigación revela que se han beneficiado de subvenciones que la Comisión Europea (CE) considera ilegales.
Los reguladores de la UE sostienen que los impuestos aplicados sobre las exportaciones de materias primas como el aceite de soja, pero no para el producto final (biodiesel), hicieron que no sea rentable comprarle el combustible a las refinerías de la Unión Europea. La CE se hizo eco de esta forma de un pedido del grupo de productores European Biodiesel Board (EBB), que instó a que se tomaran medidas “antidumping” contra la Argentina.
En tanto, la administración de Cristina Kirchner sostiene que estas medidas son compatibles con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Pero el conflicto no es menor si se toma en cuenta que se trata de uno de los mayores mercados externos para el biodiesel argentino. Las exportaciones argentinas de biodiesel totalizaron 1,6 millones de toneladas el año pasado, por un valor de entre 1.800 millones y 1.900 millones de dólares.
Por su parte, en la industria local de biodiesel denuncian que, si bien la investigación “antidumping” no se cerró, la Argentina ya opera a la mitad de su capacidad y algunas inversiones fueron paralizadas por el derrumbe de las exportaciones.
Según la Cámara Argentina de Biocombustible (CARBIO) las ventas argentinas de biodiésel a mercados externos se desplomaron casi un 50% interanual en el primer trimestre de este año, debido a que los importadores europeos redujeron sus compras como precaución.
“Nosotros estamos con unos números de entre 40 y 50 por ciento de capacidad ociosa. Esto ha sido un parate muy fuerte”, dijo a Reuters Víctor Castro, director ejecutivo de Carbio, entidad que representa a firmas como Cargill, Bunge y Glencore.
“Se está procurando buscar nuevos mercados, pero esto no es inmediato y realmente el principal mercado de consumo a nivel mundial es Europa”, agregó.
La industria argentina de biodiesel tiene una capacidad de producción de 4 millones de toneladas al año y en el 2012 procesó 2,4 millones de toneladas, casi lo mismo que en el 2011, golpeada ya por una menor demanda europea.
“Cada vez que hay una apertura de investigación formal implica indefectiblemente que el mercado reaccione de manera negativa e intente reducir el riesgo comercial de introducir una mercadería que luego pueda tener un derecho de importación adicional”, dijo Gustavo Idígoras, analista de biocombustibles que asesora a Carbio.
Además de la caída en la producción, la menor demanda obligó a algunas empresas a frenar sus planes de inversión para expandir su capacidad productiva.
“El aumento de costos fijos está haciendo, en algunos casos, dejar en ‘stand-by’ inversiones previstas para nuevos aumentos de capacidad, hasta que se pueda ver que se pueda revertir esta situación”, agregaron desde Carbio.
“Somos ampliamente competitivos. Por la disponibilidad de materia prima, que es el principal factor de competitividad, por la eficiencia de transformación que tenemos, tanto de grano a aceite como de aceite a biodiésel, y porque tenemos plantas con escala, totalmente integradas y de ultima generación”, dijo Castro.
Fuente: iProfesional.com