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El Gobierno pone fin al “1 a 1” morenista y busca ordenar las operaciones de comercio exterior

El nuevo ministro de Economía, Axel Kicillof, y el flamante jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, prometen a los industriales finalizar el régimen en el que, para importar un dólar había que exportar otro. Empresarios afirman que se espera una etapa más seria pero no libre.

Los empresarios que se reúnen con el nuevo jefe de Gabinete Jorge Capitanich o con el ministro de Economía Axel kicillof reciben la misma respuesta: ya no se les exigirá demostrar ante alguna oficina burocrática que se vendió algún producto o servicio indeterminado que le haya permitido al país la llegada de algún dólar para poder comprar al exterior.

Y es que el Gobierno prometió terminar con el “uno a uno” que impuso Guillermo Moreno, el régimen por el cual para poder importar un dólar, una empresa antes debía demostrar que había exportado otro dólar.

Las compañías ya están avisadas y, se espera que comience una etapa más seria, lo que no quiere decir que sea libre, según indicó un importante CEO que, para importar insumos para producir maquinaria, exportaba pescados.

El nuevo plan
A partir de 2014, sólo las compañías que demuestren la verdadera importancia de las compras al exterior para su negocio recibirán las autorizaciones inmediatas para realizar la operación de comercio exterior.

Tendrán prioridad las que tengan alto valor exportador o de sustitución de importaciones. Se les aclarará también a las empresas que aquellas compañías que sólo importen, y que además ingresen en el país productos que se consideren dentro de Economía como suntuarios, o al menos no de primera necesidad, deberán esperar su turno para poder ingresar estas mercaderías.

En la mira, especialmente, están los importadores de automóviles de alta gama que no tienen plantas en el país . En la lista están BMW, Porsche, Hyundai, Mitsubishi, Volvo, Land Rover, Kia y Jaguar.
Sin embargo, estos importadores aseguran que el “uno a uno” morenista ya había terminado hace rato, y que los permisos para comprar unidades en el exterior e ingresarlas en tiempo y forma era una desventura.

El origen del “1 a 1”
Curiosamente, a mediados de 2008 fueron estas compañías las que habían inaugurado este régimen. Fue en una reunión con el ex secretario de Comercio Interior en su despacho en la que se les había informado que sólo si comenzaban a producir en el país las mismas unidades que importaban podían continuar ingresando estos bienes al mercado argentino.

Una semana después, hubo una segunda reunión en la que Moreno flexibilizó su posición, luego de que los importadores de Porsche, la familia Pulenta, le informara que si bien ingresan esos vehículos al país, ellos también exportaban vino mendocino o mosto.

Con este planteo, el ex funcionario aceptó el argumento y recalculó su régimen: se podría importar si se demostraba que desde otro sector se exportaba. De hecho, el régimen era conocido como el “Pulenta”. Esto luego derivó en las asociaciones más cruzadas e insólitas, como el ingreso de aviones y lanchas vip a cambio de vender maníes; muebles y artículos de decoración a cambio de maíz pisingallo (pochoclo), y vestimenta de alto valor a cambio de miel.

Los maníes, el maíz y la miel se exportaban de antes. Lo que hubo fue una comisión que los importadores de bienes pagaban a los productores o traders para poder tener la pantomima sobre que también estaban exportando, según consignó El Cronista .

El régimen morenista además había ingresado en otra etapa desde mediados de año. Al ritmo de la caída de reservas, el exsecretario había vuelto el contador a cero y anunciado a los que querían importar que ya no regía el acumulado de ventas al exterior de 2012 y que si querían adquirir productos del exterior (sean insumos o bienes de capital) debían comprometerse a exportar el mismo volumen en 2013.

Fuente: iProfesional.com

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