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Lanzan el “Gran Hermano” aduanero

Hace cinco años, el Sistema Informático María (SIM) fue noticia porque implicó la renuncia de dos funcionarios clave: Alberto Abad y Ricardo Echegaray, al frente de la AFIP y la Aduana, respectivamente.

Corría 2008,y Echegaray realizó una jugada política riesgosa: dijo públicamente que el SIM necesitaba ser modificado porque era vulnerable, y pidió la intervención de la Justicia. Abad lo consideró como desacato. Y se precipitó la siempre tensa relación entre una institución que se vanagloria de su autonomía y de ser más antigua que el país, la Aduana, y el organismo del que depende, la AFIP.

Sólo Abad, sin embargo, dejó el Gobierno. Echegaray volvería fortalecido, tomaría el cargo de administrador federal e impulsaría una licitación internacional para el cambio del SIM. Se sucedieron los viajes para buscar un sistema superador. Pero Echegaray se decidió por un desarrollo local, hecho en la AFIP. Y pasaron, por lo menos, entre tres y cuatro años sin ningún tipo de novedades respecto del cambio del sistema de registro de operaciones de comercio exterior.

Sorpresivamente, de un día para el otro, la AFIP convocó a una conferencia de prensa en el salón Tacchi, el jueves último, para anunciar la progresiva instrumentación del Sistema Malvina (tal como adelantó este suplemento el martes último), superador del SIM. La conferencia coincidió con el Consejo Consultivo Aduanero: el sector privado también se enteró allí de la novedad.

CONTEXTO
¿Por qué ahora luego de años de silencio al respecto? Puede ser un signo de los tiempos: mayor apertura del Gobierno, demostración de gestión, pedido de colaboración al sector privado. Curiosamente, Ricardo Echegaray no realizó el anuncio, tirando por la borda la lógica y, por qué no, la capitalización y el cierre político de aquella batalla. ¿Otro signo de los tiempos? “Echegaray fue convocado a una reunión de último momento en la Rosada”, explicaron en la AFIP minutos antes de la conferencia de prensa.

La misión quedó entonces a cargo de la directora general de Aduanas, Siomara Ayerán, una técnica de pura cepa que fue incorporando el código político de la silla que ocupa. La acompañaron el subdirector general de Recaudación, José Bianchi y el subdirector general de Sistemas y Telecomunicaciones, Guillermo Cabezas.

En líneas generales, el Malvina viene a consagrar el uso de las tecnologías que de a poco fue incorporando la Aduana a su gestión de control, como los escáneres y los precintos electrónicos para lograr el máximo de trazabilidad de las cargas. La digitalización de los trámites y le generación de una ventanilla única electrónica serán otra consecuencia visible del cambio. Resta ver qué sucederá con el resto de los organismos intervinientes, con grados desparejos en el desarrollo de la política de gobierno electrónico.

Otro punto importante es que también deja claro que el anticipo de información se extenderá todo lo que se pueda a la relación Aduana-operador.

Fundamental es, también, la migración al entorno web del sistema, que ahora correrá bajo el entorno Windows. Dos grandes e inobjetables avances: la posibilidad del acceso remoto y la eliminación del servicio de comunicación punto a punto dedicado para la interacción con la Aduana.

“Vamos hacia una Aduana con menos papeles y con documentación electrónica”, explicó Ayerán frente a los representantes del Consejo Consultivo. “Queremos facilitar el comercio exterior seguro y transparente simplificando los trámites sin que ello signifique disminuir el control. Con el Sistema Malvina vamos a trabajar con información anticipada para agilizar las operaciones”, añadió la funcionaria.

EL CRONOGRAMA
La migración será progresiva y coexistirá con el SIM por un tiempo. El ambicioso cronograma de instrumentación definitiva es de apenas 12 meses, lo que sembró dudas no sólo en el sector privado, sino que los propios funcionarios confesaron el “desafío” que implicará cumplir con las metas temporales.

Hace dos semanas, los guardas de aduana que se desempeñan en las aduanas domiciliarias comenzaron a documentar en el Sistema Malvina.

Ayer, en tanto, arrancó la adopción voluntaria por parte de los agentes de transporte aduanero (ATA), que deberán incorporarlo obligatoriamente el 16 de este mes. Luego se incorporarán paulatinamente el resto de los actores de la cadena.

Para enero de 2014, la Aduana prevé adquirir el nuevo módulo de análisis de riesgo: en rigor, se licitará el software que “motorizará” las reglas de selectividad decididos por la Aduana. No obstante, aún no están los pliegos listos.

En febrero, se instrumentará el e-fregiht, o la guía aérea electrónica, un viejo reclamo de los agentes de carga y los transportistas aéreos. “Esto es otro paso para la aduana sin papeles y el anticipo de información”, señaló Ayerán.

En marzo, en tanto, se procederá a la administración del régimen de contenedores (reempadronamiento de operadores de contenedores y de los ATA para tener la información de todos los contenedores que están en la Argentina, para saber quién es su responsable; también habrá que informar la baja del equipo en la salida: si el contenedor no está registrado no podrá bajar del barco o circular por el país), a la digitalización del manifiesto original y a la eliminación del manifiesto María.

“Sé lo que significa para el operador y nosotros recibir en papel toda la documentación. Este es un salto cualitativo”, afirmó Ayerán. La ventanilla única, como único punto de entrada para las operaciones de comercio exterior, también debería estar en línea en marzo.

En abril se avanzará con la guarda y transmisión electrónica de las imágenes registradas por los escáneres, que estarán asociadas a los despachos aduaneros, al tiempo que se conciliarán las deudas aduaneras dentro de la cuenta corriente tributaria.

“Vamos a hacer además un registro de los abogados que litigan contra la Dirección General de Aduanas, y su vinculación con cada operador de comercio exterior. La impugnación quedará digitalizada”, explicó Bianchi.

El documento electrónico Malvina, a través de la mensajería XML, deberá reemplazar definitivamente el kit María en noviembre de 2014. Al menos, ese es el deseo de la Aduana.

“Esperamos poder cumplir. Necesitamos ayuda del sector privado para avanzar y crear todos los mecanismos para que los operadores hagan uso de todos los dispositivos móviles para efectuar las declaraciones de cualquier lugar en donde estén”, destacó Cabezas.

El Gran Hermano aduanero está en marcha.

Fuente: La Nación

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