Crisis de largo aliento de Brasil alerta a terminales
Los pronósticos suponen un despegue recién en 2017. En ese marco, Fiat, Renault y VW estudian diferentes escenarios con impacto en la producción y el empleo. La UOM dijo que hay cinco autopartistas al límite. El real volvió a devaluarse ayer a mínimos desde 2003.
La crisis económica y política de Brasil puso decididamente en alerta a las terminales y autopartistas cordobesas que analizan por estas horas alternativas para afrontar el escenario, que incluyen caída en la producción e impacto en el empleo.
En principio y según datos a los que tuvo acceso Comercio y Justicia, tanto las máximas autoridades de Fiat, de Renault y también de la autopartista Volkswagen coinciden en que la situación de Brasil es compleja no sólo desde lo económico sino también en lo político, lo que retroalimenta un panorama ciertamente negativo.
A ese contexto se le suma una devaluación del real, que ayer cerró en 3,372 por dólar, el mínimo desde 2003. Esa caída, que supera 35% en el último año, sumada a una revaluación desde el punto de vista real del peso argentino, golpea aún más los términos de intercambio entre ambos países.
En ese marco, el parate del principal mercado de exportación para el sector automotor argentino podría extenderse entre 18 y 24 meses, esto es hasta fines de 2016 o comienzos de 2017.
Ese pronóstico fue admitido a este medio por calificadas fuentes del sector y, por lo demás, coincide con la postura de diferentes economistas especializados en el mercado externo. De hecho, Dante Sica analizó horas atrás, en el marco del Coloquio Industrial de Córdoba, que la situación del socio mayor del Mercosur no se revertirá sino hasta el segundo semestre del año próximo.
En ese contexto, todas las fuentes contactadas admitieron que, en principio, la situación en Córdoba no variará sensiblemente en el corto plazo aunque sí para los próximos meses, siempre en un escenario con Brasil aún sin reacción.
“Seguirán las suspensiones períodicas bajo el eufemismo de paradas técnicas, con la mirada en Brasil”, revelaron los informantes.
Con todo, por estas horas, las terminales ya analizan los posibles escenarios para los programas de producción y las alternativas frente a un parate de largo aliento.
Esos escenarios incluyen una merma aún mayor en el nivel de actividad y su correspondiente impacto en el empleo. Las alternativas son los retiros voluntarios, la reducción de horas extras y eventuales suspensiones, además de vacaciones anticipadas.
Más drástica, la posibilidad de reducir un turno de trabajo sigue latente en las principales terminales.
Con todo, hay coincidencia en presevar en lo posible el empleo a la espera de una reactivación de Brasil.
Por terminal, la más expuesta es Fiat cuya producción para exportación tiene como único destino el socio principal del Mercosur.
La automotriz con sede en Ferreyra aguarda expectante la oficialización de un nuevo modelo para Córdoba, de hecho ya anticipado tiempo atrás por sus máximas autoridades latinoamericanas.
Horas atrás, en el marco del Coloquio Industrial, el titular de Fiat Auto Argentina, Cristiano Rattazzi, confirmó que se mantienen los planes para Córdoba.
De todas formas, la llegada de esa inversión -que será sobre una plataforma nueva- se demora a la espera de la evolución de Brasil que, al igual que con los modelos Palio y Siena, será el destino principal de los envíos.
En ese marco, Fiat sigue “regulando”, con suspensiones puntuales que se extenderán hasta tener un panorama más acabado de la situación.
Si bien la empresa ha negado de plano la posibilidad de cerrar un turno, lo cierto es que de extenderse este panorama, la compañía deberá tomar una determinación.
“Hoy podrían estar produciendo con sólo un turno y dos horas extras pero la idea es que se siga como está”, reveló un operario al tanto de la situación en Ferreyra.
En el caso de Renault, el volumen de exportaciones a Brasil ronda 50% de la producción.
Fuentes consultadas ratificaron que las inversiones anunciadas siguen vigentes, entre ellas los modelos Logan, Sandero y Sandero Stepway y, en sociedad con Nissan, una pickup, otra propia y una tercera en sociedad con Mercedes-Benz.
Como fuere, el panorama actual para la marca del rombo no dista sobremanera del que afecta a Fiat, aunque con particularidades.
“Es muy complicado hoy venderle autos a Brasil, ya que los contratos son en reales, lo que implica que Renault Argentina recibe los montos pactados pero en una moneda que ahora vale menos. Eso hace que el margen de rentabilidad -que ya era bastante estrecho- se vuelva prácticamente nulo”, resumió una fuente cercana a la firma.
“Como los contratos están firmados, las transacciones tienen que completarse”, concluyó.
En contrapartida, la devaluación de Brasil hace que para Renault y en rigor también para Fiat sea muy buen negocio importar autos desde ese país, pero en esa cuestión rigen los límites impuestos por el Gobierno para la balanza comercial.
Esta ecuación ya repercute en la producción, que empieza a frenarse: menos horas extras y suspensiones que, al menos en ese último caso, por ahora no llegaron a Santa Isabel.
Finalmente, en Volkswagen la situación de Brasil también tiene sus consecuencias. De hecho, días atrás este medio informó sobre las suspensiones de 450 empleados de la planta de cajas MQ200 B que produce para ese país.
El panorama no dista del resto: posibilidad de recorte de horas y suspensiones en el panorama para los próximos meses, de continuar la situación.
Con todo, la diversificación de mercados de VW es un reaseguro ante un panorama como el vigente.
Fuente: Comercio y Justicia