Aduana: Corrupción, contrabando y abuso de autoridad
Hace unos cuantos días, se dio a conocer en distintos medios detalles de la corrupción aduanera durante la gestión K, que van desde la Aduana hasta la Secretaría de Comercio, con tarifarios para todo tipo de trámites y gestiones: las demoras para retirar un contenedor de importación, autorizar una DJAI y hasta la nacionalización de un barco con carga a granel, y expedientes y causas de contrabando arregladas bajo la mesa, entre otros.
También se conoció que en la Secretaría de Comercio los porcentajes de coimas eran de alrededor del 15 % del valor FOB para autorizar una DJAI en estado observada.
De una u otra manera, exportadores e importadores se veían obligados a trabajar en la irregularidad permanente, porque según dice la información, la alternativa era dejar de operar.
El Gobierno actual encontró en distintos puertos y depósitos aduaneros, una gran cantidad de contenedores sin dueño, nadie los retira ni los nacionaliza, la documentación que ampara dichos tachos manifiesta una clara inconsistencia entre lo declarado y el peso verificado, hace 4 meses que no aparece nadie para despacharlos, son cerca de 3500 contenedores los que están en la misma situación.
A su vez, la Aduana encara exhaustivas auditorías en los depósitos fiscales. (Como desconociendo lo que van a encontrar). A diversos depósitos fiscales les revocaron su autorización y a otros les solicitaron algunos cambios y mejoras bajo apercibimiento de quitarles sus permisos.
UN CONTROL DESCONTROLADO
Los guardas y verificadores de aduana que están destinados en los distintos Depósitos Fiscales, pasan largos periodos de tiempo en el cargo y van generando una cuasi amistad con el permisionario, ello va desvirtuando la relación por completo, ahí comienza a operar el por debajo de la mesa, y se comienza a pagarles algunos gastos personales, en negro obvio, como el combustible del auto particular, cochera y/u otros, a cambio, el permisionario recibe favores especiales como puede ser manejar la clave del sistema Maria, para poder ingresar o egresar mercaderías fuera de los horarios autorizados, además y como si esto fuera poco, les hacen figurar horarios operativos en los que nadie estuvo trabajando, estos favores se facturan como servicios extraordinarios que terminan cobrando los mismos aduaneros en concepto de horas extras, este item lo paga el importador o exportador conjuntamente con otros, por ejemplo: uso del depósito, manipuleo, o canal rojo entre otros, los valores son tremendamente altos, sin embargo, hay que abonar calladito la boca para poder operar tranquilos y no afrontar la aplicación de multas por errores formales, o sufrir un contrarreloj de viernes a última hora o algún vencimiento de forzoso por cumplirse donde el importador termina cediendo y da el ok al despachante para arreglar con el aduanero alguna compensación.
Siempre, siempre, por una cosa u otra, aparece la amenaza de este juego perverso que involucra a casi toda la autoridad aduanera, que decide arbitrariamente un sin fin de situaciones del administrado, en muchos casos, bajo un tremendo manto de poder y abuso de autoridad. Olvidando que trabaja para el estado y su rol.
En comercio exterior, operar por derecha como se suele decir, enfrenta varias disyuntivas; muchos costos, cepos de varios colores y normativas vigentes increíbles e inexplicables. Por ello, entre otros motivos, prolifera la operación por izquierda, que es más rápida y en algunos casos hasta más barata.
Ojo, los quioscos siempre existieron en esta actividad, sería mentira decir que las coimas en la aduana las invento el kirchnerismo, sí podemos decir que las aumentó. Y también es cierto, que por estas horas no sucede casi nada de esto, porque se saben bajo la atenta mirada de los nuevos funcionarios.
Es inobjetable la necesidad de una gran reestructuración de la entidad madre del comercio exterior, pero es imperioso además, que sea real, abierta, a conciencia y que sean consultadas objetivamente todas las partes que operan conjuntamente con la Aduana, como también a sus usuarios, a exportadores e importadores; de lo contrario, estaremos una vez más, en presencia de una situación meramente de revanchismo político hacia los K, y estos supuestos cambios no serán mas que otro parche para un sistema lleno de mentiras, hipocresías y pinchaduras.