Pymes reclaman al Gobierno un “plan de crisis” para reactivar al sector
Industriales Pymes Argentinos (IPA) propuso hoy poner en marcha un “plan de crisis” para ese sector, con vigencia mínima de 180 días, con el fin de “reactivar la producción y revertir el escenario de inestabilidad” que se generó con el dólar.
Ese plan incluye la limitación de las importaciones, la pesificación de los costos energéticos, el congelamiento de los embargos y que los bancos brinden una tasa de interés diferenciada para la industria, precisó el presidente de IPA, Daniel Rosato.
“Es fundamental ponerle un tope a las importaciones porque mientras nuestras Pymes luchan por retener a sus empleados, no despedir y mejorar la productividad interna de nuestras unidades productivas, los productos terminados entran al país sin que signifiquen ni siquiera un mejoramiento de precios para la gente porque se venden al mismo precio que el nacional”, se lamentó Rosato.
Además, sostuvo que es necesario que “se retrotraiga y que se pesifique el valor de la energía, porque la devaluación en lugar de permitir mejores condiciones para la producción sólo genera mayores costos a partir del traslado a precios del aumento del dólar. Para las Pymes resulta importante tener certezas por un tiempo de que sus costos serán fijos”.
“Hoy se están pagando tasas usurarias para hacer líquido un cheque o girar al descubierto porque la tasa de interés de referencia al 40% hace inviable cualquier negocio con inversión productiva”, aseguró el titular del IPA.
Rosato alertó que “la caída del consumo interno, la fuerte presión tributaria y las altas que exigen organismos estatales en concepto de multas e intereses por pagos fuera de término, llevaron a situaciones de embargos que encarecieron los costos e incluso paralizaron parte de la producción”.
“Ante este esquema, la desactivación de los juicios por un semestre es la salida a parte de la crisis”, enfatizó el dirigente.
Por último, reclamó la restitución de una tasa de interés diferenciada para la industria, “que sea destinada para el pago de los salarios. El objetivo es poder ayudar a las fábricas a mantener el personal aún cuando existe una baja en la producción ante la caída del mercado interno y el crecimiento de las exportaciones”.
“Hoy se están pagando tasas usurarias para hacer líquido un cheque o girar al descubierto porque la tasa de interés de referencia al 40% hace inviable cualquier negocio con inversión productiva”, se quejó.
Fuente: Bae negocios
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