El comercio exterior y la reparación de los daños
Con la economía mundial aún afectada por las consecuencias de la crisis financiera, el escenario mundial muestra cambios que conviene analizar.
El volumen del comercio mundial descendió un 12 % en el 2009, según las cifras proporcionados por el Director de la OMC Pascal Lamy, dicha retracción es la mayor de los últimos 64 años. En otras palabras, hay que remontarse a los finales de la segunda guerra mundial para encontrar un fenómeno similar, aunque afortunadamente en tiempos de paz.
Lamy sostiene que dada que la recuperación será lenta, recién en el 2012 se volvería al volumen previo a la crisis, es imprescindible retomar las paralizadas negociaciones multilaterales de la Ronda Doha para, según su opinión, incentivar la recuperación disminuyendo las barreras al comercio y evitar mayores prácticas proteccionistas.
¿Es ello posible? ¿Hay espacio y voluntad para sentarse y acordar por parte de los 147 miembros responsables del 95% de los flujos comerciales de bienes y servicios? ¿Qué señales se perciben de parte de los actores centrales: USA, Unión Europea, Japón, China e India? Trataré de contestar puntualmente una a una las preguntas formuladas
Si bien el último intento para su cierre ocurrió en los momentos previos a que se desencadenara la crisis financiera, lo cierto es que no hay un interés de los grandes “players” de la economía y el comercio mundial para avanzar en un proceso de liberalización multilateral, donde las concesiones a otorgar benefician a todos los países miembros. Es más, a pesar de la crisis, de ciertas tendencias proteccionistas – o quizás como consecuencia de ella – proliferan cada vez más los acuerdos bilaterales, donde algunos de esos actores por caso la Unión Europea y China cierran con países o grupos de países otorgando y recibiendo concesiones que pueden o no ser recíprocas. Por otra parte, la administración norteamericana se encuentra en esta materia, con las manos atadas, en materia multilateral y bilateral y esto se debe a las dificultades encontradas en el Congreso con su propia bancada para discutir cualquier tema que pueda poner en peligro empleos o la protección agraria.
Por otra parte, y este es un punto central, es muy complejo llevar a cabo negociaciones en un ambiente volátil donde, si bien ha habido una recuperación desde el fondo del pozo de la crisis se está lejos de poder predecir una recuperación sostenible una vez eliminados los enormes paquetes de ayuda que moderaron el impacto de la catástrofe que se avecinaba. Son muy pocas las señales positivas que provienen de los países avanzados y si bien su peso en la economía y el comercio mundial va decreciendo, todavía representan el 53% del Producto bruto mundial y el 60% del comercio global. Por otra parte, dentro de los desbalances estructurales sigue en pie el problema norteamericano-chino que a esta altura abarca más que las posiciones propias de los dos países.
Este aspecto referido al tipo de cambio chino prácticamente fijo vis a vis el dólar, al que en varias oportunidades legisladores norteamericanos han querido aplicar por ley, sobretasas a los productos provenientes de ese origen equivalentes a lo que se considera un subsidio encubierto a través del manejo de la relación de cambio yuan-dólar, es en la actualidad un problema que afecta a un sinnúmero de economías debido a la revaluación o apreciación de sus monedas con respecto al dólar y por lo tanto con respecto al yuan. En efecto si uno observa la cotizaciones de diversas monedas con referencia al dólar observará sobretodo a partir del 2003 una valorización continua de las mismas ya sea en el euro, yen, coronas, francos suizos e inclusive la libra hasta la crisis de octubre 2008.
Este impacto muy importante se reflejó en una pérdida de competitividad de la mayoría, salvo contadas excepciones de economías con adecuado manejo de la relación salarios y productividad entre los que se cuentan Alemania, Japón, Corea, Taiwán, Suecia; H Kong, Israel y Francia. El resto de los países han tenido variaciones de sus tasas efectivas de cambio que han aumentado de 2000=100 hasta extremos cercanos a 150 al 2008. En otras palabras, si los Estados Unidos se quejan de esa relación de cambio pegada al dólar que administra el gobierno chino, que tendrán para argumentar todos los que han visto apreciar su tipo de cambio un 50 % en menos de diez años.
Es muy difícil objetivamente sentarse a negociar cuando temas de esta magnitud, no están resueltos ni tienen visos de solución. En otras palabras para poderse sentarse en un marco horizontal, no de plano inclinado, aspectos con el des-alineamiento cambiario observado debe o discutirse previamente o estar en el primer punto de la agenda.
Se perciben pues dificultades objetivas para la reanudación de la Ronda Doha y si bien a nivel de ministros y representantes de los diversos países hay voluntad, para discutir y profundizar ciertos temas como el referido a la vinculación entre comercio y medio ambiente, no se observa la misma predisposición a lo hora de fijar temarios y plazos para las discusiones plenarias.
La conclusión es que no se ven posibilidades ciertas de reanudar la negociación de DOHA y para países como el nuestro y para el bloque Mercosur queda entonces el intentar avanzar en acuerdos bilaterales, en especial con la Unión Europea coincidiendo en este período las presidencias pro tempore de Argentina y España. Frente a la Cumbre de Mayo en Madrid de América Latina y el Caribe con la Unión Europea. Esperemos que haya suficiente voluntad política para reanudar las negociaciones paralizadas desde el 2004
La Unión Europea entre otros cerró el año pasado un acuerdo con Corea y en estos días ha finalizado un ALC con Perú y Colombia y espera finalizar el que tiene pendiente con América Central. China por su parte cerró el acuerdo con Perú y tiene muy avanzado el acuerdo con el grupo de países que integran ASEAN.
La administración Obama no tiene autoridad delegada por el Congreso para negociar, simplemente no la ha solicitado, en otras palabras no posee TPA o “ Fast Track”
– La zona del euro de 100 en 2000 estaba en promedio en 147 a finales del 2008, Canadá en 157, Australia en 159. Como Alemania para finales del 2008 estaba en 99.3 se puede imaginar en que valores estaban la mayoría de los países europeos. Esta información surge del World Outlook FMI oct 2009 – Statistical Appendix page 12 – Table 88 Advanced Economies Exchange Rates y Real Effective Exhange Rates
Si bien en el pasado otros países como Japón, luego Corea y Taiwán llevaron a cabo políticas similares, la situación es más compleja pues se trata no sólo de una ventaja comercial sino de una enorme acumulación de reservas y recursos financieros. China ya es el primer exportador mundial, tiene el 2do. PBI luego de Estados Unidos y acumula 1/3 de las reservas de oro y divisas