Sudáfrica: Un mundo en un país

La Nación anfitriona de la Copa Mundial de Fútbol es un muestrario de multiculturalidad y una tierra de oportunidades para el comercio internacional.

Posicionado estratégicamente en la conjunción de los océanos Atlántico e Indico, caracterizado por una variedad de accidentes geográficos que se reflejan en paisajes inigualables, acompañado de una población de blanca-negra, con un toque multicultural por sus raíces anglosajones, Sudáfrica es mirada por los ojos del turismo internacional y ahora por los ojos de todo el planeta a raíz del Mundial de Fútbol.

En las costas de lo que hoy es Ciudad del Cabo, se establecieron los colonos europeos hasta que en 1961, el gobierno cortó definitivamente el cordón umbilical con la corona británica y se constituyó como república, así es como el país fue creciendo con autonomía y logrando alcanzar un nivel de desarrollo que hoy es posible ubicarlo en un pie de igualdad con la Argentina, pues posee un conjunto de habitantes un poco mayor, similar variedad de riquezas naturales en casi la mitad del territorio argentino.

Y en el mismo escalón que la Argentina, fue galardonada por premios nobel, en este caso seis,  un triunfo en el mundial de rugby, un premio Oscar y un campeón mundial de formula uno, todo ello hace que sea un país realmente meritorio dentro del continente africano. Y como agregado, forma parte, junto con Argentina, del grupo de los países mega-diversos del mundo, es decir aquellos países con el mayor índice de biodiversidad de la tierra.

Un país de contrastes

Desembarcar en el aeropuerto de Johannesburgo,  y visitar el barrio negro de Soweto es arribar al punto de inicio donde Nelson Mandela, decidió poner fin a la separación entre negros y blancos en 1994, luego de pasar 27 años en la  prisión de Robben Island, convertida en museo.

A pesar del rígido contraste socio-cultural, hay una cualidad que diferencia al país del resto de los países de población anglosajona, y es la calidez de su gente, lo que acompaña cada vez más al crecimiento del turismo.

El fin de la segregación política, implicó un renacimiento social, sin embargo, las huellas del apartheid aún persisten en las raíces, el crimen  invade las grandes ciudades como Johannesburgo, a donde  tanto  los turistas como los blancos, solo se movilizan en vehículos propios, lamentablemente no existe el transporte público, pues el  incremento de la comunidad negra como consecuencia de la emigración del campo a la ciudad en busca de mejores oportunidades, sobre todo a partir de los noventa, no hizo mas que sembrar inseguridad, según relatan los ciudadanos con los que uno puede conversar.

Inmigrantes y Emigrantes

Sudáfrica sufre, de la misma magnitud que Europa, el problema de la inmigración ilegal. Constantemente llegan al país, emigrantes de los países que la rodean: Mozambique, Zimbabue, Botsuana y Namibia, emigrantes que escapan de las guerras civiles internas y buscan sólo subsistir, en muchos casos algunos no alcanzan a llegar  porque terminan liquidados por cocodrilos en las zonas fronterizas de la sabana africana.

Como contrapartida, los blancos emigran principalmente hacia el Reino Unido y Australia, buscando un mejor status profesional y cansados de la inseguridad que aun perdura por la rivalidad de las razas. La distancia entre ambos grupos está a la vista, la cuestión cultural los separa más allá del poder adquisitivo de uno u otro. Es más, en los últimos años, en materia de educación superior, el gobierno negro, comenzó a ofrecer becas universitarias a la población negra, para que puedan estudiar en universidades privadas, mientras que los blancos que deseen acceder a la educación superior deben enfrentar dichos gastos por sí solos, ello marca un contraste que produce cierta molestia en los blancos quienes se ven relegados en un segundo plano por las políticas del gobierno de color.

Negocios hacia el resto de África

En Sudáfrica confluyen los negocios de todo el sur del continente, no quepan dudas de que, aquel empresario que logre concretar negocios con los sudafricanos tiene la puerta abierta hacia resto de los países de África meridional. Además de ser un alumno sobresaliente en la fabricación de automóviles, maquinas y equipamientos, sus riquezas naturales lo convirtieron en el principal productor y exportador mundial de oro y diamantes, y le permitieron alcanzar un grado de desarrollo turístico importante, inclusive hasta sus principales deportes,  el rugby y el cricket, atraen al turismo. Recientemente, a raíz de la organización del mundial de futbol, se emplearon miles de inmigrantes para la puesta en escena de todos los estadios.

Es impensable una Sudáfrica homogénea, el multiculturalismo es su atributo más sobresaliente, con un 60% de población negra y el resto descendiente de los colonizadores holandeses, ingleses y alemanes, la multiplicidad de lenguas sale a la luz, los negros hablan hasta 7 lenguas diferentes, incluido el inglés que es el idioma oficial y en segundo lugar el afrikáans. Esa mistura de lenguas y razas es la que atrae al resto del mundo, ese mix entre una Sudáfrica desarrollada al estilo británico y la cultura africana, brindan rasgos que la diferencian como nación.