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Autoestima: esa fuerza interior

Una pregunta inquietante, ¿esta energía es innata o se desarrolla?

La palabra autoestima se encuentra en múltiples espectros de nuestra vida, y está presente en  libros de motivación y autoayuda, en el diálogo de padres e hijos, educadores y educandos, deportistas, empresarios y en un sinnúmero de comentarios y situaciones como las mencionadas. Existen también numerosas definiciones, tratados y estudios sobre el tema, nosotros nos enfocaremos en la siguiente: la autoestima es una fuerza interior que nos impulsa en la vida, que nos permite desarrollarnos y nos provee del ímpetu suficiente para alcanzar nuestros logros.

¿Esta energía es innata o se desarrolla? Se desarrolla. Si bien los factores genéticos siempre marcan una impronta en el ser humano, el peso cultural y de relación ejercen influencian de manera directa en la propia autoimagen y con ello en la autoestima.

Si me desarrollo en un ambiente donde el mensaje es “nunca lo lograrás”, seguramente el resultado será diferente al que logre esa misma persona influenciada por el mensaje “tú puedes hacerlo, tal vez aún te falte preparación y entrenamiento pero tú puedes hacerlo, sin ninguna duda”.

Considerando que la autoestima es una poderosa fuerza interior, que podamos distinguir en nosotros y en nuestros seres queridos los síntomas de una autoestima positiva o negativa puede marcar la diferencia, ya que, sabiendo que la misma puede desarrollarse siempre tendremos oportunidades superadoras.

Síntomas de una autoestima positiva:

• Orgullo por lo que logro y lo que soy
• Entusiasmo ante nuevos desafíos
• La persona se acepta, se quiere y sabe que siempre puede mejorar

Síntomas de una autoestima negativa:

• No valora sus capacidades
• Siempre hay una excusa para culpar a los demás
• Los otros son siempre mejores

Desarrollando esta pequeña guía de características de autoestima positiva y negativa vino a mi mente la historia de un picapedrero que deslumbrado por la casa y las riquezas de un mercader deseó ser un mercader ya que con sus tesoros era poderoso, respetado y temible, y en él se transformó, pero luego vio que el sol ni le temía ni le respetaba y quiso ser el sol, y así fue, pero una nube enorme lo ocultó y entonces quiso ser la nube poderosa, pero el viento la disipó y ambicionó ser el viento a quién todos veneraban temerosos, todos menos una enorme piedra que no se inmutaba por la fuerza del aire y entonces finalmente codició ser la piedra, para inmediatamente darse cuenta que la misma estaba siendo golpeada con fuerza, transformada, modelada y sometida por un picapedrero.

Lo que soy y como soy, lo valoro, me quiero y me acepto, no por ello me resigno a la superación, al contrario, conociendo mis limitaciones y con la fuerza interior de la autoestima positiva lograré desarrollarme, mejorar y alcanzar el progreso personal.

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