
El segundo semestre está a la vuelta de la esquina
Columna por Walter Giannoni.
¿Cómo será el segundo semestre? Es la pregunta que se hacen no pocos empresarios, en particular aquellos vinculados con el consumo. Ese ciclo comenzará dentro de cinco días envuelto en un contexto de fuerte incertidumbre por las internas en el Gobierno alimentadas por el fuego ya no amigo sino más bien declaradamente enemigo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En su discurso y en las irrupciones posteriores a través de las redes sociales, la creadora del Frente de Todos tiró dos sablazos de compleja asimilación para el actual entorno económico y social. Por un lado, planteó mayores restricciones a la salida de dólares y por el otro sacudió el panal de las organizaciones sociales que, como ya dijimos, son más organizadas que la propia política.
Son temas gruesos que definitivamente signan lo que viene para el año. Con la canasta alimentaria a 100 mil pesos, la presión de los sectores informales resulta inevitable y difícil de gestionar. Se complica más con el intento de manotearle la caja a los caciques sociales nada que, por otra parte, no se sepa del kirchnerismo: un conocido apropiador de recaudaciones ajenas. Está en su ADN.
En lo económico, el resultado del saldo comercial imprimirá la suerte de la caja en dólares disponible por parte del Banco Central. El año cerraría con un resultado positivo de 10 mil millones de dólares aunque los economistas afirman que los verá pasar dada la demanda por turismo, la cancelación de intereses de deuda y la compra de los privados, además de la demanda importadora, advierte la consultora abeceb. “En particular, es probable que se restrinja la compra de Bienes de Consumo, no tan necesarios para el nivel de actividad y con sustitutos locales, pero que explicaron el 11% de las compras externas en lo que va de 2022 (U$S 3.600 millones)”, agrega ese análisis.
Con mayores restricciones a las importaciones “más los efectos rezagados del fogonazo inflacionario en el consumo”, abeceb espera un enfriamiento de la actividad económica durante el segundo semestre con un PBI que, según sus previsiones podría mostrar una caída en torno de medio a un punto en el cuarto trimestre de este año, interanual.
Si ese es el escenario, la pintura completa del ajuste como argumento político estará servida para una nueva avanzada de CFK sobre un Gobierno arrinconado que tiene más ansiedad que nadie de que comience el Mundial. Eso también ocurrirá en el segundo semestre.