fbpx
A las trompadas por la “maldición”

A las trompadas por la “maldición”

Columna por Walter Giannoni.


Desde que el Frente de Todos llegó al poder, el empresariado observa con atención cuáles son los gestos, los pasos y las decisiones que adopta el Gobierno.

Aquella confianza inicial en una figura dialoguista y orientada a la búsqueda de consensos que brindó en campaña AF perdió dimensión en forma proporcional con el agigantamiento en las decisiones de funcionarios y poderes dominados por CFK.

El último episodio conocido, cerrar las exportaciones de maíz, surgió de ese cuño. Cristina lo esbozó en uno de sus discursos y la diputada economista Alejandra Vallejos acaba de blanquearlo al hablar de la “maldición” que implica que Argentina produzca alimentos. “Maldita maldición, Batman”.

Néstor Kirchner, en su momento, hablaba de lo mismo bajo la conceptuosa frase de “la mesa de los argentinos”. Es verdad que el país tiene un enorme beneficio al ser productor de alimentos y también es verdad que tiene un tema pendiente de resolver que es el equilibrio entre los precios externos y los internos.

Ese “desenganche” entre el valor de los alimentos y los ingresos de la población es lo que el “cristikirchnerismo” procura resolver, pero no lo hace mediante con las herramientas disponibles en una economía donde existe la propiedad privada, sino que pretende conseguirlo a las trompadas.

Y es ahí donde en el mundo empresarial se encienden todas las alertas sobre la dirección del Gobierno porque los stocks de mercadería son propiedad privada, se paga impuestos por ello, pero tienen dueño.

¿Existen herramientas para intentar alinear una cosa y la otra mientras se corrige la macroeconomía? Sí, claro que existen.

En foros agropecuarios destacaban que los productores de pollos, cuyo reclamo por el precio del maíz desencadenó el conflicto ahora apaciguado, podrían haber aprovechado el mercado de futuros para hacerse de ese cereal en forma barata.

A mitad de año, el maíz estaba en un piso histórico de cotización: nadie lloró, ni tomó previsiones. Si, como está claro, somos un país productor de alimentos, además de tratar de recomponer la macro deberían aplicarse estrategias para no vivir a los sobresaltos en la mesa de los argentinos sin que para ello se intente vulnerar lo que es de otro.

 

CATEGORIES

COMMENTS

Wordpress (0)
Disqus (0 )