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Chávez se pone la malla y estatiza el turismo

Una controvertida decisión del estado venezolano sirve para poner de relieve la importancia del turismo como generador de divisas.

Ante el avance a pasos firmes de la serie de estatizaciones en pos del afianzamiento del régimen socialista, el presidente Hugo Chávez, anunció por decreto la expropiación de las instalaciones del Hotel Hilton –cadena de capitales norteamericanos– ubicadas en Isla Margarita sobre el Mar Caribe. Esta nueva apuesta demuestra el grado de crecimiento del régimen socialista, esta vez penetrando en la industria turística, una de los sectores que genera mayores ingresos en la economía del país.

La posición geoestratégica de Venezuela, sumado a la conjunción de sus diferentes tipos de suelo desde montañas, playas y hasta selvas, han posibilitado una apta explotación de su industria turística. De hecho, la Isla Margarita forma parte del único estado insular del país, lugar codiciado preferentemente por turistas estadounidenses, españoles y colombianos, además de ser el destino predilecto de la clase más acomodada de Venezuela.

La isla siempre se caracterizó por ser un destino de turismo de elite, y fue ese precisamente el disparador que llevó al presidente a tomar la decisión de nacionalizar el resort de capitales privados, con la clara intención de convertir a la isla en un lugar al que pueda acceder la sociedad venezolana toda sin distinción de status social, en desmedro del “turismo de ricos” que veranea en la isla.

El país se encuentra inmerso en un régimen que limita las posibilidades de todos, la línea política chavista apunta a abrir el abanico de alternativas para que el acceso a determinados privilegios no sea sólo en beneficio de unos pocos sino que se cumpla el verdadero sentido del régimen.

No obstante, la estrategia chavista es explotar al máximo la industria en beneficio popular, desarrollando programas turísticos que faciliten el acceso a través de promociones basándose en el principio de la “solidaridad“ como forma de lograr la inclusión social propia del régimen.

Sin ánimo de idolatrar ni menos de desmerecer la explotación turística alcanzada por el país caribeño, el grado de desarrollo de la industria turística es tal que el estado es dueño de su propia agencia de turismo mayorista, la empresa Venetur, es la operadora turística más grande, creada bajo las arcas del Ministerio de Turismo. La organización se creó basada en la firme convicción de afianzar el desarrollo de las empresas turísticas del país apuntando al disfrute de la población de menores recursos sirviendo de nexo con el sector privado.

El caso de Brasil

No sólo la república bolivariana ha iniciado un desarrollo del fenómeno turístico desde el estado, sino que también Brasil llegó a un significativo avance en el asunto, pues cuenta con el  Instituto Brasilero de Turismo (EMBRATUR) que depende del Ministerio de Turismo, institución que ha abierto las puertas de formación de recursos humanos especializados.

Es por ello que en materia de “gestión social del turismo” es un ejemplo a seguir, entendiendo por aquel concepto a los procesos que apuntan al desarrollo del personal del sector, al desarrollo social de la región turística receptora y a la calidad en la atención al turista, en tal sentido, alineando así  sus políticas públicas se pusieron en marcha programas de desarrollo turísticos federales y estatales, que luego dieron sus frutos.

Uno de ellos fue el programa desarrollo turístico del estado de Bahía iniciado allá por la década del 50, el crecimiento alcanzado, se encuentra a la vista de sus visitantes. A posteriori, se gestaron otros programas que constituyen los pilares sobre los que hoy se asientan los codiciados paraísos turísticos del país carioca, de ahí que siempre aparecen nuevos destinos para el deleite del turismo doméstico e internacional.

COMMENTS

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    Un post muy interesante. Gracias por la ilustración. Reciba un cordial saludo.

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