
Economía: La titánica tarea de volver a ser normales
Para tener noción de cuan complicado es producir, ahorrar, invertir y comercializar en nuestro país basta ver las noticias y tratar de entender cómo y por qué hemos llegado hasta acá.
El Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos explica de dónde venimos. Si hay que repararlo es porque estaba roto. En menos de un año hubo que proponer dos esquemas que favorecieran el blanqueo de ahorros de ciudadanos que han trabajado, que se han esforzado, que han postergado el consumo para tener un “restito” para el futuro.
Esa es la definición de ahorro en economía. Pero venimos de años en los que el que puede y tiene para ahorrar es mal visto porque hay quienes no tienen para llegar a fin de mes. Y aquí entra el rol del Estado que, lejos de ocuparse de facilitar empleos bien remunerados a quienes no llegan a fin de mes, estableció regulaciones kafkianas que empujaron al que ahorraba a hacerlo “en negro”.
Desregular no es sólo eliminar trabas burocráticas para importar, también es el Estado corriéndose del rol de auditor en cada transacción de un argentino.
Hasta hoy, cada ciudadano era culpable ante el ARCA y debía demostrar lo contrario. Uno de los objetivos del plan en cuestión es que ahora, cada contribuyente será inocente y –eventualmente- ARCA deberá demostrar lo contrario. Es tan disruptivo el plan que en las primeras horas luego de los anuncios en el mercado se escuchaba: “veamos los decretos y luego hablamos”. Casi bíblico: ver para creer. Y así lo entendió el Gobierno que en cuestión de horas publicó algunas normas y los organismos involucrados ya trabajan en las que faltan.
Para terminar de entender “de dónde venimos” la segunda etapa de este plan es blindar a los ahorristas modificando la Ley Penal Tributaria y la de Procedimiento Tributario; porque en este país, cada nueva administración borra lo escrito por la anterior y las reglas de juego no pueden cambiar cada cuatro años.
Venimos de castigar a un jubilado que compró 10 dólares, de perseguir con perros y con la Ley Cambiaría a quienes compraban y vendían moneda extranjera en la calle, de cortar tickets en el supermercado cada determinado monto para no tener que informar al organismo fiscalizador, de hacer escrituras por valores inferiores a las reales para evitar el dedo acusador. El objetivo no sólo es incentivar el consumo reprimido sino también subir al circuito formal a quienes iban por la colectora de la informalidad. Y de paso, conseguir dólares para abultar las reservas. Stay tuned!