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El ajuste económico: Comienza el baile

El ajuste económico: Comienza el baile

Por Walter Giannoni.


No existen dudas de que la pandemia es una situación grave y excepcional. Todos los países debieron afrontar sin recetas previas actualizadas este problema. Inclusive la ciencia debió reaprender, andar y desandar para afrontar al Covid-19. Vaya un ejemplo simple para comprender mejor esto.

Los primeros fallecidos contagiados por el Covid-19 se produjeron por coagulación de su circulación sanguínea. Hasta que la ciencia descubrió eso se perdieron muchas vidas y también se produjo una conocida polémica. Ahora, cuando un paciente de Covid-19 entra grave a la internación lo primero que le inyectan en anticoagulante y una parte del problema queda resuelto.

Luego, cada país afrontó de acuerdo con su situación la pandemia, pero entraron a tallar las fortalezas económicas previas y las decisiones políticas posteriores. Los politólogos están aún tratando de determinar hasta dónde la negación de Trump le costó la elección. No está claro.

En Argentina, que abordó tarde el problema, pasamos de compararnos con Suecia al quiebre de cualquier argumento con una cantidad de muertos por millón fuera de la previsión inicial de las autoridades sanitarias.

Pero también se produjeron medidas económicas que ahora, con una incipiente reanudación de la actividad económica, como señaló el viernes UIA coloca sobre la mesa problemáticas que ponen al país de frente a problemas de compleja resolución.

Uno de ellos pasa por el tándem inflación-precios. Octubre mostró un costo de vida en crecimiento con muchos alimentos, bienes y servicios están con los precios congelados.

La industria alimentaria, por caso, puso el grito en el cielo por la resolución que libera una parte insignificante y suntuaria de alimentos y bebidas, pero mantiene la tapa en la olla para la mayor parte de la oferta.

El congelamiento, a principio de 2020, era para 30 ó 60 días, dicen en la Copal, pero duró tres trimestres y parece que para el Gobierno deberá continuar. No hay demasiado para explicar, en algún momento esa inflación reprimida se traducirá en un salto de precios con salarios por el piso,  o en problemas de abastecimiento.

Sobre ese escenario, pende una devaluación que se explica por sí misma en la brecha con el dólar paralelo. Comienza el baile al que todos estamos invitados. Bienvenidos.


Esta columna fue publicada en la edición digital de la Revista Container el 15/11/2020.

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