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El Gobierno quiere usar exceso de dólares para financiar a las empresas locales en el exterior

Otorgan créditos a los compradores externos.

En los últimos meses el Banco Central fue flexibilizando las restricciones que existen para otorgar financiamiento en dólares, buscando que las entidades le puedan dar un uso al abultado stock de divisas que tienen y dinamizar de ese modo la marcha de la economía. Ahora, a raíz de una iniciativa del Ministerio de Producción, en el organismo monetario están buscando el modo en que los bancos locales puedan financiar las operaciones que las empresas exportadoras tienen en otros países.

La idea es emular lo que hace el Bndes (Banco de Desarrollo de Brasil), que suele ser el principal apoyo financiero cada vez que una empresa brasileña desembarca en otro país. “Por ejemplo, si una empresa de comestibles que exporta compra una red de distribución en el exterior, queremos que se pueda financiar esa operación”, explicó una fuente oficial.

El principal escollo que existe para permitir a los bancos usar los dólares para ese destino es que hay que modificar o derogar un decreto, que obliga a los exportadores a liquidar los dólares en el Mercado único y Libre de Cambios (MULC) en el plazo de un año. Las posibilidades que están analizando los técnicos del ente rector es extender el plazo de liquidación a cinco años o directamente derogar el decreto.

Desde la eliminación del cepo cambiario, los depósitos en dólares fueron ganando protagonismo, con el impulso de las colocaciones de menos de u$s1 millón, que representan cerca del 80% del stock en moneda extranjera del sector privado.

Así, el saldo de los depósitos en dólares de privados hoy ronda los u$s12.300 millones, por los cuales los bancos pagan tasas de entre el 0,8% y el 1,2 por ciento anual.

Más uso a los verdes

Una vez eliminado el cepo, y en paralelo con este fuerte crecimiento de los depósitos en dólares, el BCRA fue flexibilizando los límites que tenían los bancos para darle un uso a eso billetes ociosos y que sólo podían usarse para prefinanciación de exportaciones. Primero, amplió las regulaciones que definían cuando una empresa era considerada exportadora y más tarde amplió el abanico de créditos en moneda extranjera a líneas que van más allá de prefinanciar comercio exterior. Así, si una empresa no exporta pero tiene un contrato en dólares con una compañía exportadora ahora puede tomar crédito en dólares.

Con estos impulsos, en lo que va del año el stock de préstamos en dólares registró un crecimiento mucho más fuerte que el de las líneas en pesos, que estuvieron afectadas por la caída en el consumo y la menor actividad económica. Además, la suba de tasas encareció el costo de los préstamos en pesos, pero no así con las líneas en dólares, que se mantienen en torno al 3 por ciento anual para los documentos a sola firma en esa moneda. Este tipo de financiación, de hecho, es el principal motor de los préstamos en moneda extranjera, que en julio marcaron un crecimiento de u$s570 millones, y acumulan en lo que va del año un crecimiento de más de u$s3.700 millones.

De todos modos, más allá de que buscan nuevos destinos para los dólares ociosos que están en los bancos, algo que tienen bien en claro en el BCRA es que no volverán a permitir que los bancos le den préstamos en dólares al que no tenga ingresos vinculados con esa moneda, para evitar el descalce de monedas que explotó con la convertibilidad.

En 2019 llegaría al 1,5% del PBI
Advierten que el déficit fiscal sería el triple del previsto por Hacienda
La consultora Elypsis espera este año que el gobierno cumpla con su meta oficial gracias a la subejecución presupuestaria a comienzos de año, pero advierten que en los años subsiguientes el déficit estará por encima de lo previsto: 4,2%, 2,4% y 1,8% del PBI, respectivamente, cerrando un 1,5% por encima de la meta oficial de 0,3% en 2019.

Gabriel Zelpo, economista de la consultora, señala que “los compromisos previsionales y las dificultades de recortar gastos en un año electoral ponen un techo a la mejora de las cuentas fiscales en 2017. Creemos que una buena performance electoral en 2017 abriría una nueva ronda de ajuste en 2018, pero aun así sería insuficiente para alcanzar las metas”. El trabajo enfatiza que estos niveles de déficit son transitoriamente sustentables gracias a la exteriorización de capitales, el superávit de liquidez global y el bajo nivel de deuda pública.

Por su parte, Luciano Cohan, Director de Elypsis explica además que “nuestro escenario base, con un crecimiento promedio de 3%, finaliza 2019 con una deuda pública neta de 28% del PBI. Un escenario de bajo crecimiento, sin embargo, prendería luces amarillas, con una deuda creciendo hasta 37%”.

Autor: Juan Bergelín
Fuente: diariobae.com

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