
El gran aporte del peronismo
Por Walter Giannoni.
La mayoría peronista del Senado acaba de convertir en ley el llamado “impuesto a la riqueza”, un tributo que en realidad no solo graba el patrimonio de personas físicas, sino que también recaerá sobre bienes de las empresas, en un país donde muchas veces los patrimonios personales y los empresarios suelen estar integrados porque pocos bancos dan créditos con garantías de máquinas y todos los otorgan contra inmuebles.
Ese sector político puso mucho empeño para sacar adelante el proyecto presentado en Diputados por Máximo Kirchner con el apoyo del aliado Carlos Heller. A esta altura de las cosas hay que decir que todo peronismo le responde al kirchnerismo, es necesario subrayarlo antes de que algunos desconozcan como peronista a esa voz de mando tan firme como potente. Ya pasó con Menem que pareciera haber sido del “tea party” y no del PJ quien, de paso, votó también a favor del tributo.
El peronismo avanzó contra viento y marea, no escuchó sugerencias para mejorar el propósito de la iniciativa que es recaudar fondos para atender la emergencia pandémica, aun cuando la percepción futura de este tributo sea por ahora incierta y posiblemente sujeta a recursos judiciales.
Con las mismas ganas y dedicación, el justicialismo parlamentario podría encarar otra reforma, esta sí de fondo que, en este caso sí, si no la ejecuta el peronismo ningún otro partido está en condiciones de llevarla adelante. Es una gran oportunidad. Se trata de la reforma laboral.
Nadie le está pidiendo, ni siquiera las entidades empresariales más liberales, que achique el empleo en el Estado ni que tampoco precarice las relaciones laborales al nivel de China, un país admirado para no pocos referentes del Gobierno.
Simplemente se trata de una reforma que ponga las cosas en su lugar porque al paso que vamos el empleo privado formal en la Argentina va a quedar limitado a una mínima expresión, insignificante y colateral: seis millones de puestos y “bajando”.
IDESA, un instituto de estudios al que nadie en su sano juicio podría tildar de liberal, señalaba días atrás que la mitad de los salarios formales están por debajo de la línea de pobreza aún cuando al empleador le cuesten un 40% más de lo que recibe el empleado.
Sería un gran aporte del peronismo y hasta quizás un legado avanzar en este terreno. A los votos los tiene.