
El mundo ha cambiado y los riesgos también
Sin gas ruso, Europa tendrá crecimiento cero, advierte un informe de COFACE. La invasión a Ucrania, tras la crisis del Covid-19 potencia la inflación en todo el planeta.
La escalada del conflicto en Ucrania y la invasión de la misma, por parte del ejército ruso el 24 de febrero, causó turbulencia en los mercados financieros e incrementó drásticamente la incertidumbre acerca de la recuperación económica, a dos años del inicio de la pandemia por Covid-19.
Puesto que Rusia es el tercer productor mundial más grande de petróleo, el segundo más grande de gas natural y uno de los cinco principales productores de acero, níquel y aluminio; es sumamente probable que cualquier reducción considerable de suministros energéticos y embarques de metales que dichas materias primas incrementen de precio, alerta un informe de COFACE, una asegura de crédito para el comercio internacional.
El día del inicio de la operación Rusa en Ucrania, los mercados financieros internacionales sufrieron una caída importante; y los precios del petróleo, el gas natural, los metales y las materias primas (especialmente los granos) se dispararon a la par.
Si bien el alza en los precios de las materias primas fueron uno de los riesgos identificados como potencialmente disruptivos para la recuperación, “la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania incrementó la probabilidad de que los precios de dichas materias permanezcan al alza por un periodo más prolongado”, evalúa.
Por otra parte, “también incrementa la amenaza de tener inflación elevada durante un periodo sostenido, no solo en las necesidades básicas; lo que podría provocar malestar social tanto en economías desarrolladas como emergentes”.
Asimismo, industrias como: la automotriz, de transporte, química y en general “cualquier sector que utilice como insumos las materias antes mencionadas se encuentran en una posición particularmente vulnerable”, resaltó.
Por otra parte, “si consideramos la escalada de las sanciones anunciadas por los países occidentales y sus aliados, la economía rusa atravesará grandes dificultades y una vez más transitará (gravemente) por una recesión en 2022; de forma tal, que nos veremos en la necesidad de bajar de categoría a Rusia en la evaluación de riesgo, esto es de B a D”.
Por su parte, “Europa parece ser la región más expuesta a las consecuencias del conflicto, dado que depende en gran parte del petróleo y sobre todo del gas natural de Rusia. Aún más, el reemplazo del suministro de gas ruso a Europa (40% del total del consumo europeo) es prácticamente imposible en el corto o mediano plazo y aún si el nivel actual de precios se mantuviese hasta fin de año, seguramente provocaría un efecto significativo en la inflación”.