El mundo ya no juega a favor de la Argentina
Si el contexto internacional sigue complicado es probable que el Gobierno deba replantear su estrategia. Brasil no levanta cabeza.
El Gobierno de Mauricio Macri desplegó una serie de medidas para mejorar la economía, entre las que se cuentan el acceso al crédito de organismos internacionales (a tasas bajas y plazos largos) para llevar adelante un plan de infraestructura; remover trabas internas que afectan la normal operatoria de las empresas (cepo cambiario); establecer reglas claras para el sector privado; recomponer la rentabilidad de sectores claves (agroindustria) y canalizar el ahorro de los argentinos al sistema productivo.
También apunta a recomponer lazos para abrir mercados y atraer inversiones; resolvió permitir al FMI la revisión de la economía argentina y busca solucionar definitivamente el conflicto con los holdouts.
Sin embargo, hay un deterioro del contexto financiero internacional que complica el camino, situación a la que se suma la crisis de Brasil, el principal socio comercial de Argentina. Ecolatina plantea en su último informe que la celeridad de la reactivación de la economía argentina depende, en gran medida, de lo que suceda con la inversión en la segunda parte del año.
“Si bien hay ahorros internos en dólares que pueden canalizarse al sistema productivo, la apuesta reactivadora incluye a la Inversión Extranjera Directa (IED) y al financiamiento externo para modernización de infraestructura”, señala.
Entiende que las señales positivas del Gobierno pueden “perderse en un contexto en que los inversores extranjeros buscan proteger sus activos y se vuelven reacios a invertir en los mercados emergentes”.. Sumado a esto, el aumento en las tasas de interés en Estados Unidos comienza lentamente a elevar el costo de endeudamiento.
El deterioro de contexto internacional ya interfirió en los planes del Ejecutivo. En un intento por colocar deuda, el viento de frente que significó la caída generalizada de los mercados internacionales conspiró contra la licitación del Bonar 2020 y el canje de Bonar X por Bonar 2020. La primera operación fue declarada desierta para no convalidar una tasa de interés elevada, y en la segunda el monto canjeado quedó por debajo de las expectativas (sólo 6% del valor circulante).
Según la consultora, la elevada volatilidad de las cotizaciones de los activos en los mercados financieros responde a las dificultades de la economía mundial, entre las que destacan: la abrupta caída en el precio del petróleo, el menor crecimiento de la economía china y apreciación mundial del dólar.
La caída del petróleo desde fines de 2014 generó problemas en países productores y en las firmas del sector, la baja de la rentabilidad paralizó nuevas inversiones, pero no la producción que lentamente comienza a moderar su crecimiento.
Otro factor es China. En 2015, creció sólo 6,9%, el menor ritmo de expansión en 25 años y las perspectivas no son alentadoras: el FMI estima que continuará en desaceleración (+6,3% en 2016 y +6% en 2017). Para apuntalar la expansión del PBI, los chinos comenzaron a adoptar medidas para generar un cambio estructural en su economía: están virando el motor de crecimiento de la economía china de la inversión al consumo.
A esta situación global se suma que en diciembre la Fed subió las tasas de interés por primera vez luego de la última crisis internacional, aunque el alza fue limitada, la apreciación mundial del dólar se consolida en un mundo donde el Banco Central Europeo y Japón aplican políticas monetarias expansivas.
La reciente inestabilidad en los mercados financieros y el debilitamiento de las exportaciones de Estados Unidos, puso en duda el ritmo de ajuste de tasas de la Fed. Se esperaban cuatro incrementos de 25 puntos básicos en la tasa de referencia a lo largo de 2016, pero si la Fed aplica un esquema más gradual, la apreciación mundial del dólar podría atenuarse.
Ecolatina señala que -si el contexto externo continúa en franco deterioro- es probable que las autoridades argentinas tengan que replantear su estrategia. El menor precio del crudo complica a empresas energéticas y los países exportadores, la desaceleración de la economía china impacta en los precios de las commodities, la apreciación mundial del dólar genera presiones cambiarias adicionales en las economías emergentes, y las turbulencias financieras reducen las chances de conseguir financiamiento externo a tasas acotadas.
Fuente: diarioalfil.com.ar