¿Hay plan? Acordar con el Fondo y llegar sin desmadre a las legislativas
Gabriel Rubinstein, exrepresentante de Lavagna en el Banco Central, considera que el arreglo es una pieza fundamental para la hoja de ruta del Gobierno. Se podrían conseguir U$S 5.000 M adicionales.
Por Carlos Petroli
El plan básico del Gobierno es cómo llegar decorosamente a las elecciones legislativas de 2021. Y dentro de ese derrotero, un acuerdo con el Fondo Monetario suplantaría la ausencia de un plan económico.
El acuerdo con el FMI es una pieza fundamental para llegar a octubre sin enfrentar un potencial desmadre, con devaluación y brote inflacionario desordenado.
La Argentina podría conseguir un “préstamo Covid” o un nuevo financiamiento del FMI por unos U$S 5.000 millones, como parte de un acuerdo que dejaría una hoja de ruta que el Gobierno hoy no ofrece. En la región, Ecuador logró U$S 6.500 millones bajo el compromiso de escalar hacia un ordenamiento fiscal.
Ante la reiterada pregunta de “cuál es el plan económico”, estos fueron algunos de los datos que expuso Gabriel Rubinstein, director de GRA Consultores, durante una teleconferencia que organizó la firma Petrini Valores, en conjunto con la Cámara de Comercio Exterior (CACEC) y la Bolsa de Comercio de Córdoba.
En la coyuntura, mencionó, se está produciendo una recuperación relacionada con el cese o amortiguación de las cuarentenas. Pero las medidas para frenar la crisis de las reservas no están funcionando, mientras se busca aprobar el Presupuesto 2021 y un acuerdo con el FMI.
“Es probable que en el tránsito a la elección legislativa el Gobierno pueda exhibir una tasa interanual de crecimiento del 10% en el segundo trimestre de 2021, con la sensación de que la economía se recupera y la gente no lo castigue tanto con el voto”, proyectó el consultor.
También confió en un rebalanceo de poder dentro del Frente de Todos, hoy dominado por una fuerte influencia del Instituto Patria, con Cristina y Máximo Kirchner a la cabeza. “Uno de los puntos más álgidos que explican la situación actual crítica de la economía”, por lo que el Gobierno “puede hacer algo para volver a mostrar una cara más moderada”.
Esa gravitación de la usina kirchnerista quedó expuesta en la definición del Presupuesto 2021, donde impuso una pauta de déficit de 4,5 puntos del PIB, cuando el ministro Guzmán y el presidente Fernández lo habían trazado en 2,5 puntos. En principio, ese colchón irá a financiar proyectos de infraestructura en las provincias.
“El Gobierno casi se jacta de no tener plan económico y estamos sufriendo las consecuencias de la falta de rumbo y de todos los fantasmas de lo que puede hacer o va a hacer”, observó el exrepresentante del Banco Central durante la gestión del ministro Roberto Lavagna.
Según el consultor, las condiciones objetivas impulsan una estrategia enfocada en favorecer la inversión privada que saque a la Argentina de donde está. Es posible que el FMI reclame una suba de las tasas y una perspectiva de unificación cambiaria. El Fondo es renuente al desdoblamiento cambiario y a los cepos, si estos no son algo provisorio.
“No nos consta que el FMI vaya a pedir una devaluación, porque seguramente en sus cálculos Argentina no tiene un gran problema de atraso cambiario”, analizó Rubinstein, para quien la estabilización de estas variables también estará entre las discusiones.
Esta columna fue publicada en la edición digital de la Revista Container el 18/10/2020.
