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Huella de carbono: el camino para medir (y reducir) los gases de efecto invernadero

Huella de carbono: el camino para medir (y reducir) los gases de efecto invernadero

Vivimos en una sociedad cada vez más reflexiva del impacto que generan las acciones –o inacciones– en el ambiente. Es importante ser conscientes de esto para aportar nuestro granito de arena a la sostenibilidad del planeta.


Federico Landgraf, director ejecutivo de CASAFE


Separar los residuos, usar más la bicicleta, reducir el consumo eléctrico, entre otras cosas, contribuyen al cuidado del ambiente. Todos, como actores de esta sociedad, debemos dirigir  nuestros consumos y actividades hacia un lugar más conciente.

Las instituciones también somos actores en esta sociedad y no podemos hacer oídos sordos a las demandas del cuidado del planeta. El foco ya no está solo en qué hacemos, sino  en cómo lo hacemos. En CASAFE  (Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes) tomamos conciencia de esto y, en consecuencia, decidimos  avanzar en la cuantificación de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.

Este trabajo lo hicimos junto a Clorofila, una consultora de gestión estratégica que busca optimizar la transformación de las organizaciones agregando la sostenibilidad como parte  fundamental de los modelos de negocios. Con ellos cuantificamos nuestra Huella de Carbono, que está constituida por el registro de emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas  con las actividades de nuestra institución.

Como resultado, el cálculo de la huella del 2021  fue de 30,68 toneladas de dióxido de carbono [tCO2eq], el equivalente a viajar en avión seis veces, ida y vuelta, desde Los Ángeles hasta Barcelona. ¡Este dato nos resultó impactante!

Con el asombro que nos generó este número reconocimos que, luego del cálculo, debíamos  pasar a la acción. Por lo tanto, el siguiente paso fue elaborar estrategias de compensación  para llegar, a futuro, a nuestro objetivo final: la carbono neutralidad. Para alcanzarla,  trabajamos junto a la empresa de triple impacto Seamos Bosques, dedicada a la restauración  de bosques nativos en Argentina. Actualmente se encuentran restaurando la ecorregión  selvática subtropical andina del noroeste argentino, comúnmente conocida como Las Yungas  tucumanas.

Para compensar nuestra huella de 2021, plantamos 13 árboles nativos en esta  región que abarca Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. Este ecosistema, en conjunto con la  selva misionera, es hogar del 50% de la biodiversidad del país.

Trabajar con estas instituciones es gratificante, porque no sólo compensamos nuestro  impacto sino que además secuestrar el carbono de esta manera nos permite: mitigar el cambio climático, recuperar la estructura y la funcionalidad del bosque nativo original,  conservar su flora, fauna y hongos, y generar trabajo directo e indirecto al hacerlo.

Nos enorgullece participar de algo que genera tantos impactos positivos en el planeta. Nos  proponemos seguir aprendiendo y comprometiéndonos con estas acciones para cuidar  nuestro planeta. Como dicen las Naciones Unidas: “En el universo hay miles de millones de  galaxias, en nuestra galaxia hay miles de millones de planetas, pero sólo hay una Tierra.”  ¡Cuidémosla!

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