La pérdida de competitividad de la Argentina
Un análisis del último reporte de competitividad que elabora el World Economic Forum muestra cómo nuestro país continúa perdiendo terreno en esta materia a nivel global.
A principios de setiembre se dio a conocer el Global Competitiveness Report 2010-2011 que anualmente prepara el World Economic Forum, que entre otras actividades e informes lleva a cabo, las periódicas reuniones sobre el estado de la economía mundial en Davos.
El informe sobre Competitividad de los países, se basa en informes, datos y encuestas a empresarios, líderes de opinión y académicos de 139 países que permiten, a través de una metodología de evaluación de los denominados “pilares” de desarrollo de los requerimientos básicos, de indicadores de eficiencia y del estado de la innovación, armar un índice ponderado, que califica de mayor a menor el grado de competitividad alcanzado por los países integrantes del estudio.
Una breve descripción de los 12 pilares permite una mayor comprensión de la profundidad del análisis. Cuatro pilares definen el rubro requerimientos básicos que son el funcionamiento de las Instituciones –públicas y privadas–; el estado de la Infraestructura; los fundamentos macroeconómicos y por último la calidad de la educación primaria y secundaria y de la salud, en otras palabras se entiende que un país para ser medianamente competitivo en bienes primarios o de escaso valor agregado, debe tener razonables índices en este grupo.
El segundo rubro lo integran pilares de eficiencia: calidad de la educación superior y de la capacitación; funcionamiento del mercado de bienes y del mercado laboral; profundidad y sofisticación del mercado financiero; capacidad de adaptación de las nuevas tecnologías, especialmente en TICs y tamaño del mercado interno y externo.
Por último, los denominados pilares de la innovación se refieren al desarrollo y capacidades del sector empresarial y al grado de innovación tecnológica y de la calidad profesional de quienes a ella se dedican.
Cuando se observan las posiciones, no resulta extraño que los primeros diez lugares lo ocupen Suiza, Suecia, Singapur, Estados Unidos, Alemania, Japón, Finlandia, Holanda, Dinamarca y Canadá en ese orden, pero sí es más singular encontrar a países como España (42) o Italia (48) indicando de esa manera, razones por las cuales estos países se encuentran en dificultades a pesar de ser países desarrollados.
¿Como califican los países latinoamericanos y especialmente los de nuestra región? Chile es desde hace años el mejor posicionado en el puesto 30, encontrándose en un lugar elevado con otros países emergentes como Malasia (26), China (27), Túnez (32) y Omán (34).
Luego bastante mas atrás vienen otros países de la región: Panamá (53), Costa Rica (56), Brasil (58), Uruguay (64), Méjico (66), Colombia (68), Perú (73), Guatemala (78), El Salvador (82) y luego Argentina (87); en otras palabras nuestro país se encuentra más cerca del último puesto que del primero, ya que la mitad de la tabla se corta en el puesto 69.
Para tener una idea mas precisa del porqué de las diferencias tan notables entre Chile, Brasil y Argentina se detallan algunas de los aspectos más significativos entre requerimientos básicos, indicadores de eficiencia y de innovación en sus respectivos pilares.
En requerimientos básicos Chile ocupa el puesto 37, Brasil 86 y la Argentina 82; Chile califica 28 en el pilar institucional con aspectos muy elevados en confianza en las fuerzas policiales 5 y transparencia de las decisiones gubernamentales 19. En infraestructura está en el puesto 40 con notas muy buenas en caminos 15 y servicio aéreo 19; en indicadores macroeconómicos destella en deuda pública 6 y superávit fiscal 16 con un indicador total de 26 y cae fuertemente en calidad de la educación básica y salud que está en el puesto 71.
Brasil esta 93 en instituciones fundamentalmente por temas de corrupción, problemas graves con la seguridad y las fuerzas policiales y el crimen organizado. Su pilar de infraestructura está en 62 con buen indicador aéreo, pero pésimo en puertos y aduanas. En macroeconomía tiene mala nota 112 derivado de su “kafkiano” sistema tributario, altas tasas de interés y spreads bancarios, y elevado e ineficaz gasto público. En educación básica y salud sus indicadores siguen siendo bajos 87 a pesar de los intentos del gobierno de Lula para su mejora.
La Argentina califica entre los peores siete países en materia institucional 132, en infraestructura 77 con problemas serios en caminos, transporte aéreo y ferrocarriles, obviamente mal en la macro 111 y mejor en educación básica y salud 60, pero lejos de nuestros niveles históricos.
En eficiencia de mercados Chile tiene una calificación general de 35, Brasil está mas cerca con 44 y la Argentina queda muy lejos de ambos con 86. Las diferencias mas grandes corresponden al funcionamiento del mercado de bienes donde nuestro país ¡está 135 , 128 en el laboral y 126 en el financiero!
En innovación es donde Brasil pasa al frente de los tres países, dada la capacidad de su sector empresario que está en la posición 31 y en innovación que está en el puesto 42, lo que le otorga un promedio de 38, versus 44 de Chile y 74 de la Argentina.
¿Que nos dicen estos indicadores?
Lo primero, que la percepción de que la Argentina ha perdido competitividad vis a vis otros países emergentes incluidos varios de la región, surge claro cuando se evalúan los diversos pilares y más aún cuando se toman varios años hacia atrás y se ve la cantidad de posiciones que ha descendido.
La segunda cuestión es que no es casualidad, que varios países de la región superen en IED recibida, a nuestro país, entre ellos Brasil, Chile, Colombia y Perú.
Concluyendo Los pilares y los distintos indicadores que los integran ameritan más de una lectura sobre el porqué de las frustraciones argentinas en las últimas décadas.