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Las vacas ya están haciendo dieta

Las vacas ya están haciendo dieta

Los políticos inexpertos y los gobernantes aprendices de la economía creen que controlando los precios o interviniendo en la producción puede detenerse la inflación. En su ignorancia no se dan cuenta que al igual que cuando llueve lo que uno solamente puede hacer es cubrirse o esconderse debajo de un techo, pero no hacer parar la lluvia (la que seguirá cayendo sin importarle nuestra opinión). Cuando los precios suben es porque existe inflación (en el ejemplo, la lluvia) y los aumentos de precios (la mojadura) son la consecuencia de la misma y no la causa. El error de apreciación es grave y tiene muy perjudiciales resultados para todos, pero especialmente para los más pobres y necesitados en la sociedad que siempre deben pagar más que nadie los estropicios de los gobernantes.

La inflación obedece fundamentalmente a un exceso del gasto del Estado y el consiguiente aumento de la demanda sobre la oferta. Comprendido esto la solución parece venir sola: hay que gastar menos y hay que aumentar la oferta, haciendo crecer la producción y especialmente la productividad. Con lo cual la demanda estará satisfecha. Pero, si además, un gobierno emite moneda para comprar, por ejemplo dólares, y luego trata de recuperarla ofreciendo bonos a altísimas tasas de interés o cuando aumenta desmedidamente el gasto público, le está dando más presión a una olla que tarde o temprano, habrá de estallar. No es ésa una solución a ningún problema sino patear la pelota para más adelante, pasando tan sólo el momento. Como ha sucedido demasiadas veces en la historia argentina: que arreglen el entuerto los que vendrán.

La Resolución No. 645/2005 de 24-08-2005 estableció que el peso mínimo en balanza oficial para las categorías novillitos y vaquillonas sea de OCHENTA Y CINCO KILOGRAMOS (85 kg) por media res, suspendiendo además el faenamiento comercial de animales bovinos de las categorías mamones y terneros. La semana pasada (el 06-03-19) se publicó en el Boletín Oficial una modificación de esta norma por parte de la Resolución No. 74/2019 de 01-03-19. La misma dispone: “Sanciónese la comercialización con destino a faena o la faena comercial de animales bovinos machos cuyo peso res con hueso logrado sea inferior a CIENTO SESENTA Y CINCO KILOGRAMOS (165 KG.) y de animales bovinos hembras cuyo peso res con hueso logrado sea inferior a los CIENTO CUARENTA KILOGRAMOS (140 KG.)”.

Estas disposiciones intervencionistas y distorsionadoras, por más razones técnicas que se aduzcan, atentan contra la libertad de producir y comercializar asemejándose a similares, fracasadas siempre y arcaicas normativas destinadas a trabar el libre comercio. Lo peor de todo es que habrán de perjudicar a toda la población, no solamente a los productores. Únicamente los incentivos destinados al aumento de la producción habrán de solucionar los problemas. Por ejemplo, la baja de la presión impositiva para alimentar al insaciable Ogro Filantrópico como lo llamó Octavio Paz.

Tomando en cuenta un rinde al gancho de 55% el peso mínimo de faena para hembras será de 260 kg. y para machos de 300 kg. Lo establecido respecto a kilajes mínimos comenzará a regir el próximo 15 de abril de 2019.

Ante el destino inexorable que les aguarda a las terneras y vacas que pesen más de los límites establecidos, seguramente muchas de ellas ya han comenzado a realizar una estricta dieta o bien han consultado al doctor Cormillot para salvarse de la guillotina. Una verdadera cuestión de vida o muerte. Esperemos no tener también rodeos de hembras bulímicas y anoréxicas en nuestros campos.

Fuente: TodoComex

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