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Macri viaja a China con la mira en inversiones y en reimpulsar el alicaído comercio bilateral

Además de participar del G-20, la agenda presidencial buscará reforzar el intercambio bilateral. En lo que va del año, las ventas al gigante asiático bajaron casi 17%.

El presidente Mauricio Macri emprendió anoche un viaje a China, donde participará el fin de semana por primera vez como jefe de Estado de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20), y aprovechará para reforzar las relaciones bilaterales con un encuentro privado con su par chino, Xi Jinping, en momentos en que ambas naciones buscan reactivar los acuerdos de cooperación en infraestructura y alimentos, entre otros, y cuando el intercambio comercial no brilla como lo hizo en los años previos.

Previa escala en Doha, el mandatario llegará a la ciudad de Hagzhou en la noche del jueves, hora argentina. Allí tendrá la reunión con Xi Jinping, el viernes por la noche también hora argentina. Según sostuvo Macri a varios medios chinos, su principal interés en el diálogo con Xi Jinping apunta a “encontrar la forma de incrementar el intercambio en ambas direcciones”. “Hay capacidades complementarias, China necesita trabajar sobre su seguridad alimentaria y Argentina es un muy buen socio para eso; y Argentina necesita mejorar mucho su infraestructura, y China ha sido muy exitosa en eso”, planteó el jefe de Estado en la previa a abordar junto a su comitiva el vuelo privado que los llevará a oriente. También enfatizó que la bilateral buscará sentar las bases para una visita oficial a China, que Macri estima realizar en los primeros meses de 2017.

Además de la bilateral con su par chino, y su participación en la cumbre de jefes de Estado del G-20, Macri tendrá encuentros privados con Vladimir Putin, de Rusia; Mariano Rajoy, de España; y Narendra Mori, de India. El Presidente expresó ayer que les transmitirá que la Argentina “tiene los brazos abiertos para que vengan a trabajar con nosotros” y que apuntará a crear “relaciones de mutuo beneficio”.

La expectativa con China está puesta básicamente en reforzar la relación, que había quedado algo enfriada tras el cambio de Gobierno y que se potenció en los últimos meses. “Ya hay proyectos de infraestructura, en especial de energía en marcha, dentro de un acuerdo con China, otro de logística en trenes, y varias obras en carpeta. Realmente queremos tener nosotros también una reciprocidad aumentando el nivel de exportación de la Argentina hacia China con productos con mayor valor agregado”, planteó Macri a los medios asiáticos.

Es que la balanza con el gigante asiático es deficitaria. En 2015, el rojo comercial para la Argentina fue de u$s 6575 millones en su relación con China. En tanto, en los primeros siete meses de 2016, el déficit para Argentina acumula u$s 607 millones. Entre enero y julio, las exportaciones argentinas al gigante asiático fueron por u$s 2974 millones, caso 17% menos que las registradas en el mismo lapso de 2015. “Si la tendencia se mantiene, las exportaciones a China llegarán este año a solo u$s 4350 millones”, el menor valor desde 2006, alertó un informe de la consultora DNI, que dirige Marcelo Elizondo.

Pese a la retracción, que obedece principalmente a precios por ser productos y subproductos primarios (60% explicadas por el complejo sojero), China sigue siendo el segundo destino de las ventas locales. En tanto, las importaciones desde China acumulan u$s 3576 millones en siete meses. El año pasado, el 20% del total de importaciones argentinas provinieron de ese país.

Autor: Paula López
Fuente: cronista.com

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