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Más lejos de las exportaciones

En los últimos cinco años la cantidad de pequeñas y medianas industrias presentes en los mercados internacionales bajó del 31 al 20 por ciento.

Los mercados internacionales se alejan un poco más para las pymes industriales argentinas, según se desprende del Informe 2014-2015 presentado por la Fundación Observatorio Pyme, trabajo que, además, compara el desempeño de las pequeñas y medianas industrias frente a las de servicios, evalúa los precios de exportación e importación, y analiza las perspectivas en un año electoral.

El 20% de las pymes son exportadoras, pero el mercado internacional seguirá perdiendo relevancia para las firmas locales, asegura el trabajo: “El sostenimiento del tipo de cambio, combinado con la inflación provocará una apreciación del tipo de cambio real, sumado a las devaluaciones (sin traslado a precios) de países de la región y de Europa”. Esta reducción en la apertura exterior de las pymes industriales, según el estudio, continua la tendencia declinante que comenzó en 2009, cuando la proporción de empresas exportadoras era de 30,8%, porcentaje que redujo a 20,4% en 2014.

“Las pymes se están alejando cada vez más de los mercados internacionales, es un proceso que venimos observando desde hace varios años”, aseguró Vicente Donato, director ejecutivo de la Fundación Observatorio Pyme. “Desde 2007-2008 se redujo muchísimo la participación, tendencia que se sostendrá en 2016 y que demanda de atención urgente en temas estructurales para cambiar la propensión”, añadió.

El especialista subrayó que la Argentina tiene “un segmento industrial muy castigado, sobre todo en las empresas más chicas, donde encontramos ingresos por exportaciones cada vez menores en términos relativos con respecto a los egresos que tienen las empresas por costos de importación”, indicó.

Asimismo, el documento presentado por la Fundación señala que “entre 2011 y 2014 los términos de intercambio (TDI, es decir, la diferencia del poder adquisitivo de las exportaciones frente a las importaciones) de las pymes industriales se habrían deteriorado en un 10%”. Alimentos y bebidas, muebles y madera, son las actividades que evidenciaron el mayor deterioro de los TDI en ese período, con caídas del 21% y 19%, respectivamente. Por el contrario, las actividades vinculadas a las industrias química y del plástico, junto con la metalúrgica, presentan los menores descensos en el período, con reducciones del 9% y 2%. En tanto, la industria textil, muy importadora, observa una fuerte caída de los TDI en torno al 11%, señala el trabajo.

Por su parte, Marcos Cohen Arazi, economista del área pyme de la Fundación Mediterránea (Ieral Pyme) sostuvo que “en el marco de una merma de las exportaciones totales de manufacturas en 2014, se estima que las exportaciones de las pymes manufactureras hayan caído posiblemente por debajo de los 4800 millones de dólares”. El especialista también coincidió en que “hay una clara tendencia a la baja en los últimos años tanto en la cantidad de pymes que exportan, como en las exportaciones que realizan en conjunto”.

“Las pymes no son ajenas a los problemas que tiene la economía, al menos en lo que respecta al comercio exterior”, señaló a su vez Gabriel Molteni, economista jefe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Y agregó que “casi el 80% de las empresas que exportan son pymes, y sufren más que las grandes compañías porque tienen que lidiar con las cargas burocráticas, tributarias o con una capacidad financiera menor. Si a eso le sumamos el contexto del país en cuanto a la suba de costos, apreciación del peso y pérdida de competitividad, sin olvidar el estancamiento de Brasil, las pymes están en un escenario de comercio exterior muy complicado”, resumió.

MENOS COMPETITIVIDAD

Aunque parezca paradójico, las pymes que exportan son las que demandan más equipamiento e insumos importados. Según cifras de la Fundación Observatorio Pyme, las empresas que exportan invierten el 39% de su presupuesto de maquinarias en equipos importados, mientras que las que no exportan destinan sólo el 25%, por lo que las restricciones a las importaciones indirectamente perjudican a la exportación.

“Muchas pymes se vieron perjudicadas por las restricciones a las importaciones ya que pierden competitividad por el lado de los insumos o por la importación de bienes de capital o piezas y accesorios para bienes de capital”, sostuvo Molteni, para quien algunas medidas del Gobierno han “contribuido”, en general, a la pérdida de competitividad de las pymes, como el tipo de cambio, las cargas tributarias y burocráticas, o liquidar exportaciones a los 15 días.

“En general, las Pymes tienen dificultades para llegar a mercados externos: les falta de medios para realizar inteligencia comercial y tienen poca escala para obtener costos suficientemente bajos, hechos que se agravan por el contexto actual de atraso cambiario”, agregó Cohen Arazi, tras enumerar algunas necesidades primordiales: “Es preciso bajar los costos en dólares para vender la producción, reducir los costos de transporte si están en el interior, lograr una mayor estabilidad de precios relativos a favor de la exportación, y poder obtener y financiamiento en dólares, por citar los aspectos más limitantes”, dijo.

VOCES AUTORIZADAS

Blas Briceño, presidente de Finnegans, empresa de tecnología que brinda soluciones de gestión para empresas, comentó que “una de las complicaciones principales para llegar a mercados externos es el acceso al crédito, sobre todo a las tazas que tienen los competidores internacionales”.

Briceño explicó que los proyectos en el exterior tienen que estar “apalancados por capital propio”, lo que equivale a una restricción. “Además -continuó- a causa de la restricción de importaciones, se encareció el acceso a tecnología de primera línea, y algunas contrataciones de servicios del exterior también se complican”.

En tanto que Pablo Ferreiro, gerente comercial de Wega, firma dirigida al mercado de reposición de vehículos, afirmó que “otra complicación tiene que ver con los altos costos operativos que existen en el país. Y los incentivos económicos a las exportaciones no son los mejores, ya que competimos con el resto del mundo, y eso nos exige al máximo para tener una ventaja y poder exportar”.

Para Ferreiro, también es central “la capacidad de producción que hay en la Argentina, a lo cual ahora debemos agregarle el estancamiento de Brasil que genera un gran retraso en las exportaciones”. Sería bueno, consideró, “contar con un incentivo económico a las exportaciones como existe en el resto del mundo, sobre todo por los costos operativos del país que dificultan la competencia, por ejemplo, con China”.

De cara al futuro, el informe de la Fundación Observatorio Pyme indica que “las pymes industriales enfrentan un escenario complejo en 2015, con caída del nivel de actividad y apreciación cambiaria, pero amortiguado por políticas económicas coyunturales, por lo que podrían transitar mejor este año que 2014. Sin embargo, para 2016 las perspectivas no son alentadoras, aunque algunas correcciones económicas pueden contribuir a mejorar la competitividad”.

“Estamos viendo un piso de inflación que será difícil de desmontar este año si no hay políticas fuertes para ello; con seguridad será una tarea para el año siguiente”, señaló Donato, luego de añadir que visualizan “un 2015 levemente mejor que 2014, aunque eso también anuncia un 2016 bastante comprometido si no se atienden especificidades del mundo económico”, indicó.

ESTRATEGIAS

¿Qué debería hacer una pyme ante este contexto? La respuesta de Claudio Doller, socio de BDO Argentina, fue no perder de vista la necesidad de mantenerse competitiva.

“Las perspectivas para aquellas empresas que inviertan en competitividad y ganar más participación de mercado sin dudas serán positivas, especialmente si lo hacen en forma sostenida, por la etapa del ciclo económico actual”, dijo Doller. “En cambio, empresas que ante la incertidumbre prefieren esperar, no suelen ser beneficiadas por el efecto de los ciclos económicos en nuestro país”.

Para Cohen Arazi, en tanto, “el futuro es incierto, pero la expectativa de un nuevo enfoque de política económica es la que puede brindarles optimismo a las pymes exportadoras: desde hace varios años, aspectos como los altos costos laborales, la presión tributaria, la inflación y la incertidumbre macroeconómica vienen atentando contra el desarrollo exportador de las pymes. Si se establecen medidas para subsanar estos elementos, se espera que existan oportunidades para los segmentos exportadores que estén en condiciones de ser competitivos en un entorno apropiado”, manifestó.

Por supuesto, para Molteni, el desafío será mejorar la competitividad: “El tipo de cambio es un problema, pero existen más cuestiones que se deben atender, desde el exceso de la carga tributaria hasta la burocracia que insume tiempo y dinero”. Asimismo, agregó que “hay costos de logística y transporte que hacen perder competitividad; la inflación no permite trasladar la suba de esos costos a precios internacionales y, por supuesto, se requiere promover inversión para que las empresas sean más productivas”.

Por último, el economista de la CAC, destacó como “necesaria” la participación activa del Estado para que las pymes puedan internacionalizarse, no sólo mediante subsidios, sino con “políticas y estrategias permanentes”. Será un trabajo para el próximo gobierno.

PRODUCCIÓN

La producción de las pymes industriales cayó 9,5% en 2014, el tercer año de caída consecutiva (había descendido 4% en 2012 y 5% en 2013). En este contexto, el único sector que creció fue el de sustancias y productos químicos (7,9%). Las pymes contrajeron más su producción respecto de las grandes empresas, a excepción de las químicas. Además, 1 de cada 4 empresas disminuyó las horas trabajadas en cada uno de los 3 primeros trimestres de 2014. A esto se suma una merma en el personal (del 3%) respecto de 2013. Solamente la actividad de los productos electrónicos y eléctricos aumentó su dotación de empleados.

CÓMO SON LAS PYMES DE SERVICIOS INFORMÁTICOS

Las pymes de software y servicios informáticos (SSI) crecieron muy por encima de las industriales. La Argentina exporta cerca de US$ 6000 millones en servicios, y estas empresas son generadoras “puras” de divisas, pero emplean muy poca gente: apenas 120.000 personas. Su coyuntura es opuesta a las industriales, ya que en el último año las cantidades vendidas en el sector crecieron 17%. El nivel de ocupación en las de SSI creció 23%, favorecidas quizás por las leyes de estímulo sancionadas para el sector; mientras que las industriales cayeron 11% desde 2008.

Fuente: La Nación

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