
Minería, un boom argentino donde Córdoba puede participar
Con más de U$S 33.000 millones en inversiones en marcha y 62 proyectos activos, tiene todo para consolidarse como motor económico y dólares. Pero formar y retener talento técnico en zonas remotas es hoy el principal cuello de botella. Córdoba puede ofrecer productos y servicios.
La minería ya es uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina. Impulsada por el litio, el cobre, el oro y la plata, la actividad proyecta exportaciones que podrían triplicarse de acá a 2032 y generar más de 100.000 empleos directos e indirectos. Pero detrás de los millones de dólares invertidos, los equipos importados y los debates sobre licencias sociales, hay un factor silencioso que pone en riesgo el avance de los proyectos: la escasez de talento técnico calificado en los territorios donde ocurre la minería.
Los números son contundentes: 62 proyectos activos, más de u$s 33.000 millones comprometidos y un crecimiento del empleo superior al 10% en 2024, según el INDEC. Las inversiones extranjeras sumaron u$s 4.500 millones y las provincias de Salta, Jujuy, San Juan, Santa Cruz y Catamarca concentran el epicentro de esta transformación. Pero, el recurso más difícil de conseguir hoy es el humano.
“El desafío real está en las personas. Encontrar talento calificado en zonas remotas, con escasa infraestructura y perfiles muy específicos, es uno de los grandes retos del sector. No hay avance sostenible si no se trabaja en alianza con el entorno”, explica Erica Ibarra, gerente de la División Minería de Adecco Argentina.
La minería requiere técnicos en mantenimiento, operadores, electricistas, geólogos, especialistas en higiene y seguridad. Pero muchos de estos perfiles escasean o no logran reclutarse a tiempo. La alta rotación, la falta de programas de formación y la desconexión entre el sistema educativo y las necesidades del sector dificultan la consolidación de equipos estables.
En zonas como Antofagasta de la Sierra, el Salar del Hombre Muerto o la Puna jujeña, los proyectos avanzan rodeados de oportunidades y desafíos. Uno de los casos más recientes es el del emprendimiento de litio que la firma australiana Galan Lithium desarrolla en Catamarca. Con una inversión de U$S 217 millones, el Gobierno nacional aprobó su adhesión al RIGI. La confirmación fue realizada por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien también anunció el rechazo a la solicitud presentada por la empresa china Ganfeng para ampliar el proyecto Mariana en Salta.
Córdoba puede “sopar”
Mientras tanto, en Córdoba, los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca) y Martín Llaryora coincidieron en ubicar a la minería, el gas, el petróleo, el litio y la economía del conocimiento como “los nuevos motores de la economía argentina”.
En una reunión conjunta, ambos mandatarios remarcaron: “La minería no es un futuro, es una realidad que, junto al gas, el petróleo y las nuevas tecnologías, abre enormes oportunidades para nuestras provincias”, afirmó Llaryora, y subrayó el impacto que el crecimiento minero de Catamarca tiene sobre la industria metalmecánica de Córdoba.
Pero también podría meter servicios y formación de capital humano porque el desafío más urgente es contar con equipos capacitados y comprometidos en los territorios donde se asientan los proyectos. La minería necesita de técnicos, pero también de estrategias. Desde reclutamientos masivos hasta programas de desarrollo con enfoque de género e inclusión, las soluciones deben ser integrales.
“Hoy no se trata solo de llenar planillas. Se trata de entender la cultura del lugar, respetar los tiempos de las comunidades, generar alianzas con escuelas técnicas y universidades, y construir equipos sólidos que puedan crecer junto con el proyecto”, afirma Ibarra, de Adecco.
Uno de los aspectos que más está cambiando es la inclusión de mujeres en la industria. Aunque su participación se ubica entre el 11 % y el 12,5 %, la tendencia es creciente. Cada vez más mujeres ocupan cargos operativos, técnicos y de liderazgo, impulsadas por políticas activas de diversidad e inclusión laboral. “La diversidad no es solo una cuestión de equidad. Equipos diversos son más creativos, más sólidos y están mejor preparados para afrontar los desafíos del sector”, agregan desde la consultora.
Para que la minería argentina alcance su potencial, el desarrollo del talento debe estar en el centro de la estrategia. No basta con grandes inversiones o incentivos fiscales: es necesario construir un ecosistema donde las comunidades locales, las empresas y los gobiernos trabajen en conjunto para formar, retener y acompañar a quienes harán posible el crecimiento.
La agenda ya no es solo de las provincias mineras. Si la Argentina quiere consolidar a la minería como uno de sus motores económicos, deberá asumir que el recurso más escaso -y valioso- no siempre está bajo tierra. Está en las personas. Y el momento de invertir en ellas es ahora.