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Movida federal desde el agro cordobés para eliminar “sí o sí” el impuesto más distorsivo

Movida federal desde el agro cordobés para eliminar “sí o sí” el impuesto más distorsivo

Carlos Petroli
Especial para Container | leer más notas

Los expertos advierten que la apuesta sobre las retenciones no podrá concretarse en el corto plazo sin golpear el delicado equilibrio fiscal, que está ganando la batalla contra la inflación. Se buscan opciones impositivas a nivel nacional y en las provincias.


Los productores del agro cordobés, nucleados en la Comisión de Enlace provincial, arrancaron con una movida federal –con la presencia de sus referentes nacionales– como punto de partida en Córdoba, que busca puntos de consenso para suprimir más temprano que tarde todos los derechos de exportación que afectan la competitividad del agro y sus cadenas.

El contenido federal que los productores dan a estos pasos tiene que ver con que tanto el Gobierno central como las provincias deberán hacer esfuerzos en lo tributario para impulsar el crecimiento económico.

Osvaldo Giordano, titular del IERAL-Fundación Mediterránea (quien presidió la ANSES en el inicio de la gestión de Javier Milei, y fue ministro de Finanzas de Córdoba), estuvo entre los especialistas del encuentro, invitados  por la Comisión de Enlace cordobesa. Lo acompañaron en el panel el periodista y analista político Sergio Suppo y el economista David Miazzo.

Giordano explicó que el costo de suprimir los derechos de exportación tendría un impacto en las arcas públicas de unos 5.500 millones de dólares, lo que implicaría redoblar el esfuerzo fiscal que este Gobierno practicó desde el comienzo. “Eliminar los impuestos que más molestan la competitividad son 8,8 puntos del producto; impuestos que sí o si no hay que bajarlos, hay que eliminarlos, porque de lo contrario van a estar siempre afectando la competitividad”, admitió el titular del IERAL. Pero observó que el camino no será corto, será difícil, llevará su tiempo, y por eso focalizó su presentación en las propuestas que los economistas del instituto ofrecieron a las autoridades y al Congreso. 

Tributos como el impuesto al cheque, las retenciones, sellos e ingresos brutos representan un monto significativo de la recaudación, “y por eso es difícil sacarlos”, aseguró el experto. 

Desde el auditorio se planteó que la quita de retenciones podría ser cubierta  y compensada por el crecimiento del agro y de la economía, así como por el aporte de otros sectores, como la minería y el petróleo (Vaca Muerta), y también por una mejora en la recaudación por la vía de un mejor control sobre los contribuyentes. También se apuntó que, específicamente, un alivio para el trigo, ahora que viene la siembra, sería una muy buena señal para incentivar la producción y las exportaciones.

Giordano respondió a las inquietudes con datos del análisis que llevan adelante los economistas del IERAL y otros consultores. Sostuvo que los citados impuestos “distorsivos” representan casi un tercio de la recaudación, y no dependen solo de un nivel de gobierno, sino de los tres niveles del Estado: nacional, provincial y municipios (aunque las retenciones hoy no se coparticipan, como se vio forzado a hacerlo el gobierno de Cristina Kirchner).

Una simulación de cuánto debería crecer la economía da 50% en el término de 10 años, funcionando con “buenos impuestos” y eliminando los malos.

Entre las alternativas de reforma, Giordano mencionó fusionar todos los impuestos al consumo en el IVA, crear un “súper IVA” que concentre esos tributos, como parte de una reforma integral del sistema.

En el acuerdo con el FMI, la Argentina comprometió que hacia fines de este año presentará una propuesta que prevé “una gradual reducción” de los impuestos a las exportaciones y al cheque. Pero, en definitiva, la conclusión de Giordano es que entre la Nación y las provincias deberán buscar un esquema que permita soportar el tránsito hacia una economía más competitiva, con impuestos más lógicos.

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