Nuestro creativo interior
Por Rubén Filippa
¿Quién dijo?
1) Todo lo que puede ser inventado, ya fue inventado (1).
2) La gente se cansará de mirar imágenes en una caja idiota todas las noches (2).
3) El auto es una moda, el caballo llegó para quedarse (3).
Bien es sabido que muchas de las grandes invenciones y descubrimientos en su momento solo recibieron críticas o indiferencia, de la misma manera que muchos grandes inventores fueron criticados e ignorados.
Si analizamos grandes ideas, como por ejemplo los más de 1.000 inventos de Thomas Edison (exactamente 1093), el “mundo” inventado por Walt Disney, la rueda, Facebook, los aviones o el envase tetra (dicho sea de paso este invento de Richard Rausing nació en la imaginación del inventor cuando observó a su esposa preparando salchichas caseras) podemos concluir sin temor a equivocarnos que tienen un común denominador: todas nacieron en el cerebro humano, lo que, y en forma obvia significa que fue concebida en el cerebro de un humano que hasta el momento del descubrimiento probablemente tuviera una vida con actividades y circunstancias similares a la de cualquiera de nosotros.
Podemos entonces sacar algunas conclusiones simples pero de gran valor:
1) Todas las grandes ideas surgieron (y seguirán surgiendo), de la creatividad de personas que descubren lo que otras personas no pueden visualizar.
2) Esa categoría de personas con creatividad puede ser uno y cada uno de nosotros.
En el libro “Un golpe en la cabeza”, Roger Von Oech nos dice que a lo largo de una carrera universitaria una persona habrá pasado por 2.600 pruebas y exámenes, siempre buscando la respuesta correcta, y reflexiona que si bien esto es útil en matemática, en temas cotidianos una misma situación amerita varias respuestas correctas, pero cuando uno se acostumbra a pensar en términos de una única solución, cesará su interés cuando encuentre la primer respuesta, como por ejemplo a ¿para qué sirve esto?, la respuesta corre el riesgo de ser siempre la misma. El desafío es salirnos de esa respuesta única, de romper el molde, de ver lo invisible, de no caer en la rutina.
Un ejemplo que recorre el mundo como ejemplo de creatividad e imaginación es el siguiente:
Hasta el año 1970 la industria relojera era dominada por Suiza, a comienzo de los 80, y debido a la falta de innovación y un modelo de negocio rígido durante medio siglo, el liderazgo pasó a manos de Japón con conocidas marcas y la utilización de electrónica en los relojes, cosa que para los suizos era pecado.
Entre 1970 y 1980 el número de empleados de la industria relojera Suiza decreció un 80%. Fue entonces que decidieron contratar un consultor : Nicolas Hayek, quien derribó todos los paradigmas de la relojería suiza (como por ejemplo que un reloj era para toda la vida) instalando nuevas ideas como : el reloj es moda, es diversión, es ánimo, es emoción y personalidad, y esto lo combinó con excelente calidad y un precio adecuado.
Asi nació Swatch, quien en su modelo de negocio incluyó la idea de usar un reloj diferente para cada vestimenta, situación o estado de ánimo ( de 1983 a 1992 se vendieron 100 millones de relojes de esa marca, cifra que se duplico hasta 1996).
Más atrayente aún es el proceso de elección del nombre, ya que a pesar de contar con el asesoramiento de notables compañías de publicidad ningún nombre le agradaba, hasta que un día vio escrito en un pizarrón lo siguiente: Swiss watch y Second watch, y así nació Swatch, pero lo más interesante es que el propio Hayek reconoció luego que le ayudo su escaso conocimiento de idiomas ya que swatch en ingles significa muestra de tela o cuero, cosa que de haberlo sabido nunca hubiera utilizado ese nombre.
Aprender y descubrir, desaprender y volver a aprender, somos dueños de un gran potencial, es nuestra decisión cuando y en que dosis lo liberamos.
Estimados lectores, en innumerables ocasiones somos nosotros mismos quienes nos bloqueamos y no nos permitimos volar, nuestra capacidad, la capacidad humana es inmensa, creamos en nosotros e intentemos un esfuerzo adicional en busca de la superación permanente, depende de nosotros.
Respuestas correctas a ¿quién dijo?
1) Charles Duell, Oficina de patentes de Estados Unidos, en un reporte para el presidente recomendando el cierre de la misma, en 1899.
2) Daryl Zanuck, líder de la 20th Century Fox, en 1946.
3) El presidente del Banco de Ahorro de Michigan recomendando no invertir en la Ford Motor Company.