Podrían perderse 900.000 empleos en las economías regionales
El atraso cambiario, la suba de costos y el incremento de la presión tributaria están afectando las actividades productivas en el interior del país. El vitivinícola, el olivícola, la producción de peras, manzanas y cítricos, la de los lácteos y el algodón, son algunos de los sectores más golpeados.
Un reciente relevamiento confirma que el atraso cambiario, la suba de costos y el incremento de la presión tributaria están afectando las actividades productivas en el interior del país, al punto de poner en riesgo alrededor de 900 mil empleos.
A la advertencia que desde hace tiempo reealiza sobre este tema la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) ahora se sumó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Tras un encuentro de dirigentes a nivel nacional el martes, la comisión de Economías Regionales de la CAME informó que los productores se declararon en “alerta y movilización” y pidieron medidas para compensar la pérdida de competitividad.
Según informó el diario La Nación, la entidad advirtió además que en muchas actividades “este año no se cubrirán los costos” y que hay una gran cantidad de empleos en riesgo. Directivos de la cámara y empresarios asistirán este miércoles a la Cámara de Diputados para explicar la situación a los legisladores.
El matutino accedió al informe que indica que, en mayor o menor medida, todas las economías regionales se encuentran afectadas por el escenario macroeconómico y la devaluación de las monedas de los mercados que son los principales destinos exteriores de la producción argentina, como Brasil, Rusia y Unión Europea.
También se ven perjudicadas por “las subas agresivas en algunos insumos; la caída en los precios internacionales de muchos productos; la menor demanda interna y externa; las trabas de Brasil sobre sectores donde es el principal comprador; las adversidades climáticas en algunas zonas y una carga fiscal que sigue creciendo en la Nación, provincias y municipios”.
Uno de los sectores con mayor riesgo de pérdida de empleo es el vitivinícola, que en 2014 tuvo la peor cosecha en 30 años, con caídas de casi 10% en las exportaciones y 7% en el consumo. Existen 156.000 puestos de trabajo en peligro en este rubro, advirtió la CAME.
La producción olivícola también sufre baja rentabilidad, y lucha contra los subsidios de Europa al aceite, además de los problemas comunes a todos los sectores. En este caso, son 100.000 los empleos en riesgo, aseguró La Nación.
En la producción de peras y manzanas, están en juego 70.000 puestos de trabajo, mientras que en los cítricos, otros 100.000. A su vez, en el algodón, 58.000; en lácteos, 57.500; en azúcar, 30.000; en tabaco, 22.600; en el rubro ovino, 23.000, y en el de ajo, 10.000.
Todos comparten la problemática de la presión tributaria, el atraso cambiario y el incremento de costos internos.
Ante este escenario, las entidades adheridas a CAME reclamarán en el Congreso compensaciones automáticas por el atraso cambiario; la eliminación de retenciones a las producciones en crisis; alivianar la presión tributaria a los pequeños y medianos productores mediante la reducción de las cargas laborales; el fin del impuesto al cheque y la agilización de la devolución de IVA y reintegros a las exportaciones; y morigerar los costos de producción crecientes a través, por ejemplo, de tarifas diferenciales por producto y región para compensar distancias a puertos o mercados concentradores, y de subsidios al precio del gasoil.
Fuente: iProfesional