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General Deheza, el municipio que apunta al autoconsumo de biodiésel

General Deheza, el municipio que apunta al autoconsumo de biodiésel

Analiza la factibilidad para instalar una planta de producción de biocombustibles en su predio ambiental junto a la Cooperativa Eléctrica y otros usuarios, en línea con el programa Bio-CBA lanzado por la Provincia.


Por Carlos Petroli.


Con la misma intensidad del viento de cola que sopla para las commodities, la industria de los biocombustibles tiene que vérselas con una tormenta de frente casi perfecta: fuerte confrontación política en torno de las reglas de juego, desajustes entre costos y precios, incertidumbre sobre el futuro de las inversiones y del empleo.

Córdoba está justo en el centro de este temporal: es el principal origen del  maíz y del bioetanol que se produce en la Argentina. Aquí se hicieron las principales radicaciones industriales, a partir del régimen nacional de biocombustibles ahora en revisión. A su vez, Córdoba es líder en producción de soja, materia prima del biodiésel, el otro gran componente de la canasta bio.

La geografía mediterránea juega un papel central en el avance de la economía circular, la que conecta a la agroindustria con diferentes pulsos de desarrollo y arraigo social.

En pleno debate sobre el marco normativo que regirá a partir del 12 de mayo, cuando vence la vigencia de la ley 26.093 de 2006, el gobernador Juan Schiaretti lanzó el pasado lunes el programa Bio-CBA 100%. Contempla un financiamiento blando por un total de 500 millones de pesos para las integraciones e instalación de plantas de autoconsumo de biodiésel, en línea con la ley provincial 10.721 aprobada a fines de 2020, de promoción y desarrollo para la producción y consumo de biocombustibles y bioenergía.

Se trata de un refugio en medio de la tormenta, una señal hacia la diversificación de la matriz energética que comienza a tambalear. En estos 15 años bajo el paraguas de la ley 26.093, se construyeron grandes plantas para la producción de bioetanol a base de maíz y caña de azúcar (para la mezcla con naftas) y otras de biodiésel (mezcla con gasoil). Estas últimas, las de mayor escala, están junto a las procesadoras de soja, en el cordón agro-portuario de Rosario.

Fuera de este conglomerado están las plantas de menor escala que se fueron radicando con distinta suerte a partir del extrusado y la producción de expeller de soja. El programa Bio-CBA 100% apunta a la reactivación de  este sustrato, con un paraguas normativo “en fase de reconstrucción”, según los productores.

El municipio de General Deheza hizo punta en la nómina de interesados en el programa: rubricó su adhesión y proyecta la construcción de una planta de biodiésel de autoconsumo en el predio del complejo ambiental de la ciudad.

“Estamos en la fase de estudio de factibilidad, ya tenemos agendadas reuniones de asistencia técnica con Aceitera General Deheza (AGD)”, dijo a CONTAINER el ingeniero Juan Giraudo, secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad de General Deheza.

“Para responder a los objetivos del programa, que es la producción de biodiesel para autoconsumo, nuestra idea es sumar a la Cooperativa Eléctrica, al consorcio caminero y a otros organismos y consumidores”, agregó el colaborador del intendente Franco Morra.

La inversión y la escala de la planta estarán en línea con la ecuación económica del proyecto y de los niveles de consumo. Con una población de 16.000 habitantes, el municipio cuenta con flota propia de camiones, palas, compactadores, con las que ejecuta obras por administración. El consumo de gasoil ronda los 8.000 litros mensuales, un volumen que se prevé engrosar con la participación de más actores.

Entre otros beneficios, la Provincia dispuso la exención de impuestos a los ingresos brutos por cinco años para la producción, transporte y almacenamiento de biocombustibles.

También el programa permitirá que un productor de biodiésel para autoconsumo pueda acreditar su uso en caso de que participe en compras públicas o licitaciones de obra pública. En tal caso podrá acceder a la reducción del 50% en el impuesto provincial a la propiedad del automotor. A este beneficio, se anunció, también pueden acceder los vehículos que funcionen principalmente con biocombustibles.

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