Las cosas no le salen a AF o este es el camino elegido
Columna por Walter Giannoni.
Después de los discursos del viernes en la provincia de Buenos Aires –en el cierre de la peor semana desde que Alberto Fernández asumió la Presidencia– es realmente difícil determinar si al Gobierno no le salen las cosas por impericia o si está absolutamente convencido de que este es el camino para la recuperación de la Argentina.
Si la hipótesis fuera la segunda, habría que acotar entonces que no hay chances de que aquello ocurra porque las políticas, estrategias y discursos escogidos están muy lejos de generar confianza en las actividades del sector privado que deberían apalancar esa recuperación.
Cristina Fernández dejó, sin embargo, una frase para tener en cuenta. Un entresijo que habría que medir con un calibre para no perder del todo la fe. “Se me ocurre que el desafío va a ser recuperar la economía. Vamos a tener que alinear precios y tarifas”, explicó. De inmediato, aclaró: “No quiero que ese crecimiento se lo queden tres o cuatro vivos nada más”.
Pero, como tantas veces ha ocurrido desde la vuelta del kirchnerismo al poder, el discurso no está alineado con las decisiones. A las empresas de telecomunicaciones les autorizaron un incremento tarifario del cinco por ciento en un año con cerca del 40 de inflación.
Una de ellas, dispuesta a llevar la sangre al río, Movistar (Telefónica) alertó sin vueltas que esa actualización era insuficiente porque se trata de una industria de capital intensivo. Es decir, el alinear precios y tarifas arranca torcido. Se puede hacer lo que uno quiera con esas tarifas pero siempre habrá un resultado en los servicios para la gente.
Ahora, volviendo al principio, si de buena fe uno entendiera que en realidad el Gobierno no encuentra el camino en un país sumamente complicado, donde los viejos problemas generan nuevos problemas y así sucesivamente, el manual Kapeluz de la política trae algunas recomendaciones.
El recordado exintendente Rubén Martí solía decir que cuando una gestión está completamente complicada debe centrar su foco en una decena de puntos para trabajar intensamente sobre ellos.
De suyo que la pandemia, la pobreza y la inflación serían tres ejes de ese punteo de contingencia. Pero para atenderlas también hay que tener calidad de gestión y eficiencia, algo que está muy lejos de lo que este gobierno puede ofrecer, a estar por la gestión de las vacunas.
