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Tormenta perfecta para los fletes internacionales aéreos y terrestres

Tormenta perfecta para los fletes internacionales aéreos y terrestres

Al transporte marítimo, con la escasez de contenedores y el incremento artificial de las tarifas, se unió la crisis en el transporte aéreo, más las dificultades en las cargas terrestres con sus controles transfronterizos.


Por Daniel Griboff.


La logística internacional, sus costos y tiempos, han sido afectados por la pandemia en gran medida, causando gravísimos problemas en el comercio mundial y en las cadenas globales de valor.

Más aún en una economía golpeada y con necesidades de reactivación como la nuestra, donde podríamos pensar que los productos en el mundo están cada día más lejos.

Al transporte marítimo, con la escasez de contenedores y el incremento artificial de las tarifas, se unió también la crisis en el transporte aéreo, que nos afecta de una forma muy directa, más las dificultades en las cargas terrestres con sus controles transfronterizos.

A los bloqueos dispuestos por nuestro gobierno a los vuelos internacionales se le suman otros casos: falta de pasajeros para determinados tráficos, lo que ha provocado que algunas aerolíneas hayan cancelado vuelos e incluso rutas que llevaban muchos años operando.

Esto ha afectado la capacidad de carga aérea, reduciendo de forma drástica la oferta de espacio. En varios tráficos se están ofreciendo distintos fletes en función de si la carga es más o menos voluminosa, si está o no paletizada o si se entrega en cajas sueltas.

Muchas compañías han convertido aviones de pasajeros para el transporte de mercancías, adaptando la cabina para la estiba de carga suelta. Todo ello ha incrementado de forma considerable los precios, que se han llegado a multiplicar hasta por diez frente a niveles pre pandemia en las líneas que aún operan.

Estas tarifas que ofrecen las compañías juegan en el mercado de la libre competencia y pueden aplicar los precios que estimen oportunos.

A modo de ejemplo, el tráfico desde China está sujeto a un cambio prácticamente diario, aunque esto está cada vez más extendido a nivel global. Ya es casi imposible cotizar en firme un embarque hasta no cerrar una reserva con una línea aérea en particular.

Lo mismo ocurre con las cargas marítimas; los precios varían entre los operadores de manera considerable. Esta situación luego tiene relación con la disponibilidad de lugar en los buques, los cuales pueden derivar en esperas de semanas.

Visto desde el punto de vista de las empresas importadoras, estas circunstancias las afectan profundamente, ya que ven incrementado su costo por todos estos factores, lo que daña su competitividad en los diferentes mercados, y en muchas ocasiones la rentabilidad de los proyectos y la propia continuidad de las empresas.

Esto implica replantear la provisión de insumos y productos, que estén más rápido, quizá a un costo superior del que se manejaba habitualmente.

Asimismo, los importadores ven cómo se ha multiplicado no sólo el precio del flete, sino también la base imponible para el cálculo de los gravámenes que hay que pagar y que incluye dicho flete. En general, esto se traduce en un aumento en el precio de venta de estos productos importados.

En un momento turbulento como el que venimos transitando, las empresas deben ser más creativas y abiertas a los efectos de innovar en su logística y crear acciones concretas que no sólo dependan de los costos.

Vuelos bloqueados.

En los últimos días he tenido comunicación con varios empresarios, preocupados por este bloqueo que se está dando con los vuelos internacionales y que se relaciona tan íntimamente con el desarrollo de los negocios.

Antes de la pandemia, todo tipo de negocio internacional era planteado a través de viajes al exterior, participación en ferias comerciales, reuniones y estrategias que requerían una gestión presencial. Esto, con la llegada de la pandemia se volvió más virtual, promoviendo el uso de herramientas tecnológicas que nos acercan y nos ponen más en contacto directo con aquellos clientes internacionales.

Otros países han avanzado en la vacunación, lo que ha permitido retomar el contacto presencial y muchos empresarios retomaron los viajes al exterior. De hecho ya hay muchas ferias presenciales, en Estados Unidos, en Europa, donde la gente ya se vincula de otra manera.

Ahora, cómo nos afecta a nosotros, teniendo en cuenta que normalmente para un empresario local la inversión que tiene que hacer en un viaje internacional es muy fuerte, y no hay certidumbre de que vaya a poder regresar de acuerdo a los tiempos y costos previstos.

Retomar el contacto presencial se está viendo con mucha fuerza en las principales economías del mundo, donde nosotros necesitamos generar ese vínculo para poder desarrollar negocios, teniendo en cuenta que el país necesita que ingresen divisas.


Esta nota fue publicada en la Revista Container del 18/07/2021.

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