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La hoja de ruta que no aparece

La hoja de ruta que no aparece

Por Walter Giannoni.


Cada vez resulta más dificil establecer cuál es la hoja de ruta económica del Gobierno. No pocos dirán al leer esto: “Es que no tiene ninguna”.

A estar por los resultados conseguidos hasta aquí en medio de la pandemia (nunca hay que dejar de aclararlo) esa es una posibilidad.

Sin embargo, de buena fe, uno debe suponer que algún esquema operacional mínimo debe establecer un profesional con tanta formación como Martín Guzmán. De lo contrario, sería un escándalo muy caro para toda la sociedad.

Faltan tres meses para que termine el año y la Casa Rosada está jugada y sin fichas. O mejor dicho, sin dólares.

Lo demuestra que en la última semana achicó al mínimo el cepo para la compra de divisas y aun así terminó el viernes en posición vendedora para soportar la demanda.

A ello se suma la desconfianza que se evidencia con la apresurada salida de depósitos en dólares en los bancos. Por más aclaraciones que se realicen sobre la inviabilidad de un “corralito”, en septiembre se fueron casi 1.100 millones de esa posición.

Hay más, el Banco Central terminó la semana vendiendo deuda soberana a una tasa del 12%, más del doble del interés aplicado durante la gestión del macrismo, de por sí criticada entonces por referentes del actual oficialismo.

En ese escenario, el Gobierno metió la baja transitoria de las retenciones. Los referentes agropecuarios más optimistas consideran que como mucho sumará U$S 3.500 millones, contando más que nada las ventas del sector agroindustrial y algo de los productores que quieran aprovechar.

Pero a este ritmo de inestabilidad es difícil que pueda cumplirse el objetivo enunciado por Guzmán en el sentido de que no habrá decisiones de shock para la recuperación, sino que será un proceso largo y paulatino en la búsqueda de sustentabilidad.

Es que ese propósito juega contrareloj. Si el dólar oficial continúa en ascenso, el traslado a precios resultará inevitable y también habrá un golpe en la inflación, cuando ya queda casi todo un año sin absorber en el poder de compra de los salarios.

Por ello, más que nunca, se requiere la aparición de una hoja de ruta que la sociedad no tiene en claro si exista, aunque haya quienes pongan la mejor predisposición para creer que efectivamente en algún lado está.


Esta nota fue publicada en la edición digital de la Revista Container del 4/10/2020.

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