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Échale la culpa a Trump

Tras el sablazo que significó para la economía mexicana la llegada del magnate al Salón Oval, América Latina parece querer impulsar acciones conjuntas para ganar otros mercados. Sin embargo, adentro de la región sobreviven muchas barreras y todavía existe un comercio subexplotado. El nuevo rol de Argentina, Brasil y Chile.

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Con sus recientes visitas a Brasil y Chile, Mauricio Macri asumió un rol que sin llegar a ser el de un líder regional sí lo convierte por lo menos en un coordinador de la nueva agenda de América Latina, de cara a los cambios que impuso la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Macri regresó de esos dos cortos viajes con el consentimiento de ambos gobiernos para convocar posiblemente en abril a todos los cancilleres del Mercosur y de la Alianza del Pacífico. inclusive el jefe de Estado de Bolivia, Evo Morales, también en conversaciones con el presidente argentino, prestó su consentimiento para buscar una nueva línea de trabajo regional.

Evo fue uno de los primeros que en medio de los chisporroteos entre Trump y México por la patética intención de Trump de construir un muro, disparó: “México debe mirar más hacia Latinoamérica”.

Para México el cambio político en Washington amenaza con ser letal. “Se prevé que el crecimiento de la economía mexicana prácticamente se paralizará en 2017, la inversión interna se ha desplomado, el peso ha caído, las tasas de interés y la inflación están en alza, y los líderes políticos y empresariales del país se preguntan si necesitan un nuevo modelo económico que dependa menos de su vecino del norte”, evaló The Wall Street Journal.

El Ieral – Fundación Mediterránea expuso la cuestión en otros términos. “Es temprano para anticipar el alcance disruptivo de las nuevas políticas que se originan en Washington, pero al menos algunos de sus efectos colaterales tienen signo positivo, como es el despertar de las fuerzas centrípetas en buena parte de América latina”, conceptualizó su analista Jorge Vasconcelos.

“En América latina hay un debate acerca de que tenemos que aprovechar los instrumentos regionales en un mundo más cerrado. Hay que aumentar el comercio interregional”, evaluó para el diario La Nación el politólogo y profesor de Geopolítica de la UBA Julio Burdman.

La catedrático consideró que se debe “pensar el Mercosur no sólo como una marca para salir afuera, sino como una herramienta para lograr una mayor integración regional. Nuestro primer anillo de política exterior pasa por la región”.

Como ya es archiconocido, al mundo del comercio exterior argentino no le inquietan tanto las oportunidades que se puedan perder en el mercado de Estados Unidos, a donde realmente se envían muy pocos productos, sino la incidencia en terceros mercados a los que sí concurre la Argentina del nuevo orden económico que pretende impulsar Trump.

“Con EE.UU. se van a mejorar algunas cosas en el sentido comercial porque actualmente no tenemos nada profundizado. Podemos hacer un ensayo de reconocimiento de productos mutuos, como tienen Brasil o Chile, y tal vez avanzar en cuestiones arancelarias, pero no mucho más”, sostuvo el jefe de Gabinete argentino, Marcos Peña.

El reciente caso de los limones tucumanos es importante para esa economía regional, pero en términos de intercambio comercial el volúmen de divisas involucrado es poco relevante, lo cual puede dar para acordar excepciones o para colocar la cuestión como moneda intercambio para otro tipo de relación.

El conocido experto en comercio exterior Raúl Ochoa, columnista de CONTAINER, consideró que por el momento no aparecen nuevas grandes oportunidades para la Argentina. “No veo grandes oportunidades para la Argentina en este momento. Desde el punto de vista europeo se viene un panorama muy complicado”.

“Hay elecciones importantes, potenciales cambios de rumbo. Puede haber ciertas aproximaciones, pero serán primarias, no algo de la magnitud del tratado de libre comercio entre Europa y el Mercosur. Me parece que al país le conviene abrirse hacia los países de la región y a los asiáticos”, asegura Ochoa.

Una alternativa en la balanza es profundizar el vínculo con china que abrió el kirchnerismo. Pero ya se sabe que Mauricio Macri desconfía de lo que los políticos orientales piden a cambio cuando se trata de cerrar negocios en los que interviene el Estado. No quiere terminar penando por tribunales judiciales una vez que termine su mandato.

Sí está claro que existen otros mercados en Asia donde el Mercosur puede ir saltando como una langosta para llevar productos. Y en el caso de la Argentina, su mayor preocupación debe pasar por la demorada reactivación brasileña, a donde exporta el grueso de su industria automotriz.

Pero, Belisario de Azevedo, economista de la consultora abceb.com, lanza una advertencia acerca de que no todas las complicaciones fueron generadas a partir de la llegada de Trump al salón Oval.

“Hoy existen bastantes barreras no arancelarias dentro del propio Mercosur, que evidentemente a la hora de negociar con un bloque distinto podría ser un impedimento. Hoy hay barreras fitosanitarias, licencias no automáticas, pasos burocráticos que hay que cumplimentar para exportar, los certificados de exportación no se han convalidado en ambos países”, afirmó.

Entre tanto, el gobierno de Macri reconoce sus propias dificultades. La principal, es demostrar que es capaz de dominar el conjunto político económico para atraer inversores.

La banca Morgan Stanley opinó hace unos días sobre eso. “Creemos que el país no sólo normalizará su economía en los próximos 5 años, sino que también creará un círculo virtuoso que atraerá inversiones que aumentarán el crecimiento de largo plazo”, sostuvo en un informe para sus clientes.

“Argentina es una oportunidad de inversión para el largo plazo de renta fija”, y pronostica que el máximo de ganancia para inversores que se arriesguen en el país podría llegar al 258% en tres años. Ese estudio considera posible atraer 230.000 millones de dólares en cinco años al mercado de capitales.

Como se ve, como un pavo real que abre sus plumas, 2017 tendrá muchas cosas para observar en detalle. Aunque no precisamente con la belleza de esa majestuosa ave.

Muchísimo para hacer en el Cono Sur

Vasconcelos, del Ieral, enumeró las principales circunstancias macro en la que se encuentra envuelto el comercio intra Latinoamérica:

•En el Cono Sur, menos del 20 % de las exportaciones de manufacturas industriales tienen como destino la propia región, dato que compara con un 60 % en la Unión Europea y un 45 % en Asia Oriental.
• El componente de valor agregado extranjero incorporado en las exportaciones industriales es muy reducido (14,3 % en Brasil y 18,6 % en la Argentina), comparado con países exitosos como Israel (35,1 %) y Finlandia (41,8 %).
• Todavía es incipiente la conformación de clusters productivos aguas arriba y debajo de los nodos vinculados a los recursos naturales de cada país.
• La sub-inversión en infraestructura y las malas regulaciones hacen que en Logística la Argentina tenga un puntaje de sólo 2,96 sobre 5 y Brasil de 3,09 (ranking del Banco Mundial).

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