La agenda de Macri

¿Argentina puede ser la nueva estrella de Wall Street? ¿Habrá un retorno de inversores internacionales? ¿Que tan alentador es el nuevo panorama para el Comercio Exterior?

Por Gustavo Scarpetta

Andres Oppenheimer dice dos cosas a favor del futuro gobierno de Macri, y de su implicancia global. Wall Street se quedó sin país estrella donde invertir. Los BRICs están desmoralizados, y México no apunta para ser una estrella. En ese marco Argentina puede ser la nueva estrella.

Agrega además que puede atraer inversiones, que se alejaron de Argentina en los últimos años.

Hay algo que no se tiene en cuenta, aun la más excelente de las decisiones económicas, tiene una contraefecto, alguien que se puede ver perjudicado.

Decía un politólogo en uno de los tantos programas de debate político que se instalaron los últimos tiempos “no hay medida neutral”.

Se bajan las retenciones al trigo y maíz. Aplausos del sector agropecuario. Baja el fondo sojero, y la recaudación impositiva, por lo tanto las provincias reciben menos recursos. Los molinos harineros pasan a pagar más el precio del trigo, la harina sale más caro. Y hoy ya aumento el precio del pan por ese impacto.

El anuncio de un molino harinero en el interior de Córdoba hace unos días, no puede tener la misma rentabilidad, si el trigo tiene o no retenciones, y el retorno de la inversión, no puede ser el mismo en uno que en otro contexto. También se informa que una empresa china está interesada en comprar el frigorífico Estancias del Sur, cuando arreciaban los rumores de que un emprendimiento inmobiliario se iba a realizar en ese predio. Las nuevas medidas económicas que se tomarán afectan positivamente al sector cárnico, y será uno de los beneficiados en este nuevo contexto de Argentina. El kilo de asado va a estar más caro de lo que está hoy.

Se puede gobernar bien, no se pueden tomar medidas que beneficien a todos. El conjunto de medidas debe beneficiar a la mayoría.

Comercio exterior

El gobierno que se va, tuvo aciertos en varios rubros. Aunque el antikirchnerismo pareciera no verlos, el macrismo hizo una gran jugada para evitar esa mirada, manteniendo al Ministro Barañao en Ciencia y Tecnología. Es una forma de bajar los decibeles a la pelea. Esa pelea que pareciera tener como ring preferido a las redes sociales.

Pero la política de comercio exterior de Cristina Kirchner fue ampliamente negativa, y es difícil encontrarle algún acierto.

La intención de establecer las retenciones móviles, y el poco manejo de ese conflicto, los ROE, el Cepo, las DJAI, la disminución de plazos para ingresar divisas, los menores montos para girar divisas, las dificultades para importar temporalmente, los cambios de normas aduaneras siempre restringiendo el comercio, terminando por destruir un sector que debe ser pujante. Además fueron tan necios en este tema, que viendo que las reservas iban disminuyendo, y vía deuda o inversiones no iban a crecer, el único camino que tenían eran que las exportaciones subieran.

Pero mataron esa gallina de los huevos de oro. La asfixiaron hasta que empezaron a caer, y de esa manera eliminar la única vía que tenían para hacerse de dólares. Después inventaron los préstamos con China, pero no eran más que herramientas para llegar hasta diciembre, sólo que no podían ser salidas definitivas de la crisis de divisas.

Lo negativo

Las exportaciones cayeron por muchos motivos. Unos son externos, y complicaron el 2016 del nuevo presidente como la caída de Brasil, el debilitamiento del crecimiento de China, y en general por los menores precios de los productos que Argentina exporta.

Los últimos números indican que el desempleo en Brasil pasó de menos de 5%, a 8%. Y la sociedad está dividida entre los que opinan que la crisis se debe al fuerte ajuste realizado, mientras que la otra mitad expresa que el ajuste no fue suficiente.

DeLaRua sufrió unos precios de los más bajos de la historia de la soja, mientras que Cristina, se benefició por el ciclo más fuerte, o los llamados “Superprecios”. Estos, ya no van a volver. Hay que pensar en otra estrategia. No sólo Argentina, sino América latina debe prepararse para otro escenario. Ecuador y Venezuela, con un pobre precio del petróleo, Chile con cobre costando la mitad de lo que costaba, y Brasil, Argentina y Paraguay con una soja debilitada.

Nuestros dos principales clientes no están pasando por el mejor momento. Los precios de lo que exportamos no son brillantes pero no son malos. La devaluación mejorará economías regionales, pero tendrá impacto en precios, en eso no hay magia.

Nadie quiere devaluar, pero es igual que cuando el médico decide amputar un miembro, es porque sabe que es el mal menor. La infección (inflación) llegó hasta tal nivel, que complica la salud económica.

Aunque nunca la devaluación por si sola soluciona los problemas. Hay que bajar la inflación porque sino más temprano que tarde se vuelve a la misma situación.

Lo positivo

La agenda de Mauricio Macri y su gabinete le marca muchos cambios en la política de comercio exterior.

Fueron tantas las trabas y restricciones, que no le será difícil mejorar el humor del sector. Aunque algunas de estas medidas tengan costos fiscales, que luego deberán ir analizándose como mejorar las cuentas públicas.

Eliminar derechos de exportación a los bienes industriales, a maíz y trigo, bajar un 5% los de la soja, desinstalar los ROE, y la corrección del tipo de cambio mejorarán el comportamiento de las ventas externas. Aunque no hay que menospreciar la importancia de Brasil y China.

Otras medidas importantes es mejorar la logística en Argentina, acceso a trenes, puertos y vías hacia el exterior.

La temática de facilitación de comercio, donde se supone el gobierno macrista hará fuertes acciones para mejorar en este aspecto, para permitir mayor acceso a las pymes al comercio internacional, y también para fortalecer y profundizar a aquellas empresas que ya están exportando.

Macri, en una de sus primeras declaraciones luego de ser elegido, indicó que dinamizará el Mercosur, trabajara fuerte junto a Brasil, y piensa activar la unión con la Alianza del Pacífico, ese grupo conformado por Chile, Perú, México y Colombia. En cuanto a integración, es probable que se una a la propuesta brasilera de ir hacia un acuerdo con la Unión Europea.

El país necesita de las divisas de las exportaciones, y hasta los importadores necesitan que las ventas internacionales crezcan, para que ellos no sufran las restricciones de divisas que tuvieron en los últimos tiempos.

Los países más avanzados y los más desarrollados tienen un comercio exterior fuerte. Tenemos que ir en ese camino.