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Los desafíos del nuevo presidente con el sector externo

1_8065_Scioli_Macri¿Con qué dólar podría arrancar el próximo presidente? ¿Habrá divisas para financiar importaciones? ¿Cómo está el país en materia de exportaciones? Estos son algunos de los problemas que debe encarar la próxima gestión al frente de la Casa Rosada.

El tipo de cambio, el freno de las exportaciones, la existencia de dólares y la competitividad, son sólo algunas de las cuestiones que el próximo mandatario tendrá que resolver para recuperar la actividad del sector externo.

Al finalizar el gobierno de Cristina Fernández, se profundizaron muchos de los problemas que afectaron al comercio exterior en toda su gestión. Los resultados fueron el cerrojo a las importaciones y exportaciones, medidas en dólares estadounidenses, al mismo nivel que hacia el fin de la convertibilidad.

El próximo presidente tendrá que enfrentar una agenda complicada para recomponer la actividad del comercio exterior, un paso importante para reactivar la estancada economía argentina.

COMPETITIVIDAD. Uno de los problemas más complejos de resolver es el de la competitividad de las economías regionales.

Recientemente, un estudio de la consultora Abeceb muestra que la industria de los alimentos es la más competitiva del país, por la oferta de recursos naturales y su inserción internacional; le siguen los sectores farmacéutico, gracias a sus inversiones en tecnología e investigación y desarrollo y a la calificación de sus recursos humanos; mientras tanto, en tercer lugar está la producción de insumos metálicos básicos, explicada por la presencia de empresas líderes a nivel mundial que la consolida como uno de los grandes exportadores argentinos.

Un plan que mejore la competitividad permitiría a sectores como este protagonizar una rápida recomposición y una fuerte reacción exportadora. Pero para eso, como ya hemos insistido en estas páginas, no basta con la mera devaluación.

“Una macroeconomía sana constituye una condición necesaria para mejorar la competitividad. Esto requiere mantener precios relativos en línea con los fundamentos de la economía e incluye desde el tipo de cambio y los salarios hasta las tarifas de los servicios públicos”, dice el director de Abeceb, Dante Sica.

Hay sectores que requieren de una política más profunda, los que están en los últimos puestos del ranking: calzado, materiales de construcción, indumentaria y madera. Estos sectores por ahora fuertemente protegidos de la importación, están amenazados por los productos de China y Brasil.

EXPORTACIÓN. Las exportaciones argentinas bajaron 17 por ciento en los primeros ocho meses del año comparados con el mismo período de 2014. Según Marcelo Elizondo, extitular de la Fundación ExportAr, la proyección para 2015 es que las ventas externas sumen 60.540 millones de dólares, 15,8 por ciento menos que el año pasado.

Para el consultor, las exportaciones de 2015 serán por lejos las más bajas de la década iniciada en 2011. Pero en medidas en dólares el tipo de cambio oficial, hoy representa 10,7 por ciento del PIB, apenas por encima de 2001, cuando era 9,8 por ciento, y muy lejos del período 2006-2008, cuando superó el 21 por ciento del PIB.

En este sentido, más que devaluación, Elizondo recomienda mejores estrategias de relacionamiento internacional; una más sofisticada promoción comercial externa; el encadenamiento a las inversiones internacionales y las grandes alianzas comerciales; la desactivación de conflictos internacionales que afectan procesos comerciales y la reducción de la inflación de costos, entre otras cuestiones.

En materia de commodities, la situación no es tan mala. Las cotizaciones de trigo y maíz suben no solo en el inmediato, sino también en los mercados de futuro, ya que para muchos se descuenta una posible quita de retenciones al trigo y al maíz, como también una reducción paulatina a la soja.

El consultor Salvador Di Stefano asegura que sin las retenciones y generando incentivos a la exportación, rápidamente se recuperaría el superávit comercial de años anteriores y podrían ingresar 8.000 millones de dólares al año.

DÓLARES. Estas y otras señales, indican que la actual escasez de dólares, una de las causas del cerrojo a las importaciones, podría revertirse.

Para Di Stefano, hace dos años que no hay inversiones importantes y las empresas no podrán seguir así otros dos años más.

El cambio de gobierno acelerará decisiones, por lo que en el mercado habrá más dólares. El consultor advierte que el mercado de futuro “le pone un techo al tipo de cambio”. El Banco Central compra dólares en la posición marzo 2016 a un promedio de 12 pesos y la especulación del mercado es que pasada las elecciones, el dólar oficial crecerá a un ritmo del tres por ciento mensual, con lo que debería a 10,10 a fin de año.

Todo esto en el contexto de una base monetaria creciendo a un ritmo del 30 por ciento anual y con una inflación, medida por el IPC Congreso, que ronda el 25 por ciento anual.

CAPITALES. Otro factor que ayudaría es generar mecanismos para recuperar dólares para la economía formal. Se estima que Argentina tiene más de 200.000 millones de dólares “fuera del sistema”, en manos de inversores privados locales; sólo entre 2001 y 2015 se “fugaron” 70.000 millones de dólares.

Di Stefano previene que con “un buen blanqueo” y la negociación con los fondos buitres, “no sería descabellado” el ingreso en los próximos 180 días de por lo menos 40.000 millones de dólares.
La clave es cuáles serán las prioridades para el próximo presidente.

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