El acuerdo más grande del mundo

Se firmó el acuerdo de integración más grande del mundo, representa el 40% del Producto Bruto Mundial.

Entre los doce, el peso de EEUU y Japón es esencial, y también le da vitalidad la dinámica de economías vigorosas como Singapur, Vietnam y Chile.

Muchos preguntan porque China no está en este acuerdo, pero es claro que luego de cinco años de negociaciones en donde se firmó el “TransPacific Partnership” (TPP), las cuestiones claves que imposibilitan el ingreso del gigante asiático son las normas laborales, ambientales y de propiedad intelectual que se han fijado.

Asimismo no hay que esperar modificaciones urgentes, ya que este acuerdo debe ser convalidado por los parlamentos de los diferentes países, y el cronograma de descenso de aranceles no será inmediato, por lo que el comercio irá creciendo, solo a medida que estos impuestos a la importación vayan descendiendo.

¿Porque no China?

Como comentamos, las normas ambientales y laborales le impiden hoy a China ingresar a un Acuerdo, tal cual como está firmado, aunque también para los demás miembros firmantes, algunos con estructuras industriales importantes como Japón y EEUU, no le es fácil aplicar un acuerdo de libre comercio con el país asiático.

Una zona de libre comercio como se propone significa terminar eliminando los aranceles a la importación, y eso le daría más competitividad a los productos chinos, y podría afectar al empleo en otros países, incluso México.

China viene de devaluar y está buscando dinamizar sus exportaciones. Observa con cuidado este tipo de acuerdos, en donde queda fuera del mismo, y algunas economías menores pero que compiten en algunos sectores como textiles e informática, pueden terminar ganándole algunos mercados a los chinos.

Hay que destacar que China es el país más denunciado ante la Organización Mundial de Comercio por sus prácticas desleales que dañan las industrias de los países importadores, y esta conducta de alguna manera es visualizada por los otros firmantes, al momento de considerar sumar a un país que es tan agresivo comercialmente. Incluso, ciertos sectores industriales de EEUU han reclamado que se proteja a la industria norteamericana de probables triangulaciones de mercadería china vía otros países miembros como Malasia o Singapur.

¿Como impacta en el mundo?

El impacto no es inmediato.

Una vez que los congresos de los países firmantes lo aprueben, el comercio entre los miembros crecerá. Y es probable que crezca mucho. En alguna parte es creación de comercio, y otra parte es desviación de comercio, o sea, compras que se realizaban a ciertos mercados productores, terminarán realizándose a algunos de los países miembros porque la disminución de aranceles le significará mayor competitividad.
En la región latinoamericana, es claro el papel que está jugando Chile, Perú y México. Han planteado una política comercial dinámica, en donde realizan una apertura económica inteligente, y con confianza en sus fuerzas. Poseen sectores dinámicos, y buscan más mercados. Lo de Perú es una apuesta fuerte y ciertamente riesgosa, ya que sus sectores industriales son más bien débiles a nivel global, y es probable que un acuerdo de este tipo le genere una barrera a su crecimiento en el mediano y largo plazo.

Es la geopolítica. También es un tema que va más allá de lo económico, EEUU ve crecer la influencia de China en África, y en su “patio trasero”, América latina, y de alguna manera, con este acuerdo, mueve sus fichas en pleno espacio de influencia central china.

Los doce países: Australia, Brunei, Canadá, Chile, EEUU, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

Afecta a Asia obviamente, por lo que significa la gran economía japonesa, pero también por Malasia, Singapur, Vietnam y Brunei. En Oceanía, Australia y Nueva Zelanda como grandes proveedores de alimentos y minerales, donde son altamente eficientes. En América del Norte, todo los participantes del NAFTA, se suman a este acuerdo mucho más amplio, y si bien el gran jugador del mismo es EEUU, nadie puede despreciar lo que significan las economías de Canadá y México.

La participación de Chile y Perú, que también están en la Alianza del Pacífico demuestran que su política comercial es coherente, y tiene como meta sumar mercados para sus mercaderías, ampliar sus exportaciones y abrirse al mundo. Esta apertura tiene sus riesgos.

En un comercio mundial que ha venido creciendo más lento después de la crisis de 2009, un acuerdo que lo moviliza, puede significar un mayor aumento mundial en los próximos años. Algunos esperan que esto acelere entre 0.5% y 1% al comercio mundial, y de esa manera todos pueden crecer más.