Qué piensan los jóvenes de la Argentina que les toca
Por Walter Giannoni.
Parece tremendista y agorero pero o los argentinos cambiamos definitivamente de rumbo y vamos hacia un país más previsible y en crecimiento, o nos vamos a quedar sin hijos y nietos alrededor nuestro, a menos que ellos elijan un camino del estancamiento para sus vidas.
Durante estos días, sanitaristas, dirigentes, políticos se han ocupado minuciosamente de culpar a la juventud por el crecimiento de los contagios de Covid-19 a raíz de sus desaprensivas conductas sociales. Pocos se detuvieron a pensar si esas situaciones para las cuales ya se planifican cierres horarios a fin de evitar “desbordes” ante la segunda y tercera ola, no devienen de una situación de decepción que inclusive arrolla contra la idea de preservar la vida.
Una reciente encuesta de la consultora Taquion (2.568 casos a través de redes sociales entre el 15 y el 22 de marzo) arrojan algunos datos reveladores que nos deberían hacer mirar el tema de otra manera.
Todos los datos que se describen a continuación alcanzan a lo que el estudio llama Gen Z, jóvenes de 25 años o menos.
El 85% ve “con preocupación el futuro de los argentinos”. Es por lejos la marca más alta de todos los grupos etarios consultados. Sólo el 15% de los “chicos” expresó “tener esperanza” en el futuro.
El 30,4% cree que la grieta política está creciendo. También es el indicador más alto por edades.
El 43,7% de los que dijeron que no votarán de las elecciones legislativas indicaron que esa actitud se basa en que está “decepcionado de que todo siga igual”. Es asimismo la marca más alta.
El 55% de ellos dijeron que su hogar vive un clima de intranquilidad por la situación. No es la más alta, pero está cerca.
El 60,8% dijo que “cree en la política pero no en los políticos argentinos”. Sólo un 11% cree en ambas cosas y el resto, directamente no cree ni en la política ni en los políticos.
El 41,1% de estos jóvenes (marca más alta de todas las edades) considera que el Estado “sólo piensa en la política”.
El 56,2% evalúa que el empleo debe ser creado tanto por el Estado como por el sector privado pero, atención, el 60% (no es la marca más alta) estima que el empresario piensa en su ganancia personal antes que en el país y los trabajadores.
Por usar una vieja frase: “Houston, estamos en problemas”.
