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El caso Toyota, una muestra de cómo el país puede torpedear a la industria

El caso Toyota, una muestra de cómo el país puede torpedear a la industria

Es la automotriz más exitosa, pero durante el año pasado quedó acorralada por la falta de dólares, los nuevos impuestos y la caída del salario. Con consecuencias como aumentar su deuda o tener que vender a pérdida ciertos modelos. Lo que dijo su presidente.


A corazón abierto. Así fueron las respuestas que el presidente de Toyota Argentina dio en una entrevista. No le esquivó a nada. Por lo general, los presidentes de las automotrices optan por una línea diplomática para abordar la realidad del país y de las empresas que conducen. Hubo poco de esto en las declaraciones de Gustavo Salinas al medio especializado Auto Al Día, en el marco del inicio de ensamblaje del furgón Hiace.

Vehículos caros con salarios “de pobreza”, modelos que se venden sin rentabilidad, una planta que exporta pero no le dan dólares para traer autos y completar gama, un fuerte “endeudamiento comercial”, “asimetrías entre los resultados de la operación y los resultados financieros”, entre otros, fueron los tópicos sobre los que avanzó Salinas. Sus expresiones  sirven para situar dónde quedó parada la gran industria tras el ciclo político que concluyó en 2023.

El furgón Hiace se incorporó al complejo industrial Zárate con una nave propia, bajo un régimen que levantó polvareda en el resto de la industria automotriz, ya que se habilitaba el montaje en el país de vehículos que llegaban bajo el formato de IKD (las unidades vienen desarmadas) cuando otras terminales habían realizado fuertes inversiones para fabricar (casos  Ford, Nissan, Renault).

Salinas explicó que ese esquema ya estaba en el régimen automotor del Mercosur, pero Argentina no lo hacía funcionar. “Podía aplicar a producción de modelos de bajo volumen que pudieran ir creciendo, con ciertos requisitos y condiciones”, dijo. Del modelo se harán 4.000 unidades al año para vender aquí y en Brasil, para lo cual se aprovechará también la sinergia de los dos modelos que de manera más integral se fabrican en Zárate: la pickup Hilux y el SUV SW4.

Luego se terminó la dulzura. Considerada quizás la automotriz (no el grupo) más exitosa del país, con tres turnos y 182 mil unidades fabricadas, “desde el punto de vista de los resultados, 2023 fue un año muy difícil porque a nivel de rentabilidad el impacto tanto de devaluación, como de impuestos y demás, lo hizo muy complejo” y “por sobre todas las cosas con un nivel de endeudamiento comercial muy alto, con lo cual no hay una asimetría entre los resultados de la operación y los resultados financieros”, puntualizó Salinas.

¿La casa matriz japonesa lo entiende? Fue claro: “Es difícil encontrar una respuesta racional cuando en cualquier mercado del mundo una planta de operación de Toyota, fabrica, vende, cobra y paga, y gestiona 100% su negocio”.  

Toyota fue una de las primeras empresas que compró los bonos Bopreal para pagar a sus proveedores del exterior. Pero, ¿qué puede ocurrir con sus proveedores? “Haber retomado el flujo de pagos (a proveedores) de la operación nueva es importante para de alguna manera mostrar en el exterior que en Argentina empieza a restablecerse el flujo de pagos”, expresó. Pero, “en estas cosas nadie puede hablar con certezas”, alertó.


Gustavo Salinas, Presidente de Toyota.

Gustavo Salinas, Presidente de Toyota.


¿Por qué valen tanto los autos?, le preguntó Auto al Día. “No han aumentado al ritmo de los costos que hemos tenido a partir de todos los impactos que hubo en la economía. No solo hubo devaluación, también impuesto Pais (inclusive retroactivo), retenciones, etcétera. Cuando uno mira el incremento de costos ha sido altísimo”, previno. “Hoy hay autos que estamos comercializando con rentabilidad negativa”, dijo en alusión a los que importa de Brasil.

Y nuevamente, Salinas no le huyó al interrogante. “Los ingresos de todos nosotros han quedado muy retrasados en todo sentido. Nos hemos ‘empobrecido’ en la posibilidad de adquirir autos”, como parte del desfase de precios relativos, donde también están los salarios.

Planteó que en algún momento se tiene que producir una recuperación de los salarios. “No creo que la Argentina hoy sea un país con niveles de salarios tan pobres como los actuales”, disparó. 

Aún así, por el mundo de cepos conocido, Toyota adeuda vehículos a sus clientes, admitió el directivo. E inclusive trabaja para recuperar segmentos donde tuvo que achicarse, como las pickups de “flota” que no podía entregar por falta de stock.  “Muchas flotas que venían y nos decían: quiero comprar 30 Hilux. No, no tengo 30 Hilux ahora. Te lo puedo dar en seis meses. La flota no puede esperar seis meses. Lógicamente no los hemos podido atender. Si poder restablecer la relación con este tipo de cliente, es un foco importante para este año. Si después somos uno o dos, es secundario”.

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