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Los exportadores encuentran en Chile lo que pierden en Brasil

chilebrasil-575x323Una encuesta entre ejecutivos cordobeses pone al mercado trasandino por encima del gigante del Mercosur en el destino de las ventas industriales al exterior. Los beneficios que ofrece en el marco de un nuevo contexto internacional.

La última edición del Observatorio del Comercio Exterior, con datos del segundo semestre del año pasado, ofrece un dato que, aunque conocido, no deja de sorprender: Chile supera a Brasil en el ranking de destinos de las exportaciones locales.

El estudio hecho por el Instituto Superior de Comercio Exterior para la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) revela que en la segunda mitad de año Chile fue el primer destino de las exportaciones locales con 20 por ciento, seguido por Brasil con 15 por ciento. A estos le siguen México y Paraguay, cada uno con 10 por ciento.

Cabe aclarar que no se trata de una estadística del total de las exportaciones cordobesas, sino de una encuesta entre los socios de la entidad que representa a las empresas dedicadas al comercio exterior, y que está integrada principalmente por firmas industriales y de servicios, razón por la cual en los primeros puestos no aparece China, principal destino de los envíos de commodities agrícolas al exterior.

Pero desde la creación del Mercosur, Brasil es el principal destino de las exportaciones cordobesas. Su crecimiento a inicios de este siglo lo llevó a integrar el lote de las economías emergentes integrante del llamado BRIC (junto a Rusia, India y China). Pero después de dos años de fuerte caída de su economía, las empresas empiezan a buscar destinos alternativos.

La encuesta muestra que en la primera parte del año pasado 63 por ciento de las empresas elevaron sus exportaciones y 29 por ciento debió reducirlas. Pero en el segundo semestre la tendencia se dio vuelta: 47 por ciento redujo sus ventas al exterior y sólo 32 por ciento las incrementó.

Esto está directamente relacionado con la caída de las ventas de vehículos y autopartes a Brasil, fruto de su crisis política y económica.

Cuando el gigante del Mercosur se recupere, volverá a atraer a los exportadores cordobeses. Mientras tanto, los empresarios están encarando una sana diversificación, y encuentran en Chile esa oportunidad, ya que no sólo ofrece una batería de acuerdos de libre comercio, sino que la Alianza del Pacífico y el lanzamiento de la Asociación Transpacífico ponen al país trasandino en una posición estratégica.

Otro modelo

Sin embargo, el mayor trabajo de las empresas cordobesas en Chile implica otro modelo diferente al aplicado en Brasil, ya que implica instalarse allí y desarrollar por lo menos una parte del proceso de producción.

Así lo explica Marcelo Olmedo, presidente de Cacec, al advertir que al grupo de empresas cordobesas que ya están instaladas en el vecino trasandino (Promedon, Silmag, Vates, entre otras) se están sumando Porta, Plásticos Dise y Servelec y hay otra docena de firmas que están trabajando intensamente para sumarse a este mercado.

“Chile es una plataforma para insertarse al mundo, por todos los tratados y los esquemas de promoción de inversiones. La única exigencia es instalar al menos una parte del proceso de producción”, explica.

Olmedo, uno de los socios de Promedon, fabricante de insumos médicos, recalca que en el caso de su empresa, que también vende desde hace tres años en México, si quiere participar de licitaciones de la salud mexicana lo más conveniente es hacerlo desde su planta en Chile, porque prioriza los acuerdos comerciales.

“Además, como mercado está empezando a ser atrayente. Son 15 millones de personas cuyo poder adquisitivo está mejorando, que se suma al marco de estabilidad y previsibilidad de su economía”, menciona.

Competitividad cambiaria

Por otro lado, el Observatorio del Comercio Exterior, que cerró en abril pasado, proyecta una recuperación de las exportaciones para los próximos 12 meses: 56 por ciento prevé que aumentará sus ventas, 34 por ciento que elevará sus inversiones, en tanto se mantiene la cautela sobre el empleo, ya que sólo 22 por ciento espera tomar trabajadores nuevos.

Pero además, refleja que entonces los empresarios consideraban que, para que el tipo de cambio fuera competitivo, el dólar debía estar en un promedio de 16,48 pesos.

“Hasta noviembre, teníamos un dólar de 9,40 pesos, pero con las retenciones a las exportaciones industriales era de 8,90. En febrero pasamos a un dólar de 15 pesos, lo que implicó una enorme mejora. Con la inflación, se perdió entre 15 y 20 por ciento de competitividad, pero estamos mucho mejor que el año pasado”, resalta Olmedo.

Al respecto, el ejecutivo resalta que la recuperación de la competitividad no vendrá sólo de la cuestión cambiaria, sino también de una menor presión tributaria y de la baja en el costo logístico, sobre lo cual previene: “Pero esto es imposible hacerlo de golpe, es un proceso”.

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