¿Se frenan los precios de la carne frente a la inflación en el segundo semestre?
Si hay una devaluación, habrá una suba nominal, pero por debajo de la inflación, según el consultor Federico Santángelo. El economista Ingaramo anota los “dos días D” que enfrentará la caja del Gobierno en septiembre.
Por Carlos Petroli, Especial para Container.
La lotería de hacer pronósticos en medio de la turbulencia cambiaria y el contexto inflacionario puede chocar contra resultados contrarios a los esperados. En el ámbito ganadero, una de estas previsiones indica que “resultará difícil” que los precios de la carne le puedan ganar la carrera a la inflación durante el segundo semestre, algo que había venido ocurriendo en los últimos tiempos cuando los saltos en el valor de los bifes tomaban la delantera.
Desde la perspectiva de los consumidores, y tratándose de un buen salario, esta posibilidad de que se tranquilicen los valores que se pagan en el mostrador, fue uno de los datos que dejó el ciclo “Charlas Granaderas” organizado por AFIC-FIFRA el pasado jueves por una plataforma online.
“En los años recientes, la ganadería le venía ganando a la inflación. Ahora, con el aumento de la faena de los últimos meses, ý la sequía, empezó a caer el precio de la hacienda gorda contra una aceleración de la inflación. Va a ser difícil que la carne pueda seguirle el tren a la inflación”, pronosticó, con sus debidos reparos, el consultor Federico Santángelo.
Daniel Urcia (titular de FIFRA y vice del IPCVA) destacó que en la semana que pasó se realizó una reunión con las autoridades de diferentes organismos; en los próximos días se publicaría una normativa con valores de referencia actualizados e inferiores a los vigentes para las exportaciones de carne vacuna y que se acomodarían así a la realidad del negocio, que tiene precios en baja.
Durante la conferencia, el economista Jorge Ingaramo consideró que el Gobierno tiene por delante “dos Días D”: uno, el 15 de septiembre cuando el país dejaría de importar combustibles al final del período crítico del invierno (un ítem que motiva la sangría de divisas). El otro “día D” será a fines de ese mismo mes, cuando vence un billón de pesos en títulos de la deuda interna.
Según Ingaramo, la ministra Silvina Batakis “tiene un enfoque correcto” del escenario fiscal, pero está aprisionada por el conflicto político y las dudas y desconfianza en torno del proyecto del Gobierno.
De todos modos, Ingaramo se mostró optimista, consideró que el sistema financiero y los exportadores “no quieren una crisis terminal, se portaron como duques” dando señales de apoyo, para concluir que “hay futuro; no es tan grave la situación económica; la hacemos grave por el descalabro político”.
Consideró que en este segundo semestre, con precios internacionales más bajos de las commodities, se requiere “apretar los dientes, hacer un buen plan”, y que la cabeza política reacomode sus piezas, porque “los países no se suicidan”.
Entre las claves para atacar el problema fiscal, Ingaramo mencionó el ajuste de las tarifas, una corrección que se está dando con el transporte de colectivos en AMBA, donde el boleto pasó de 18 a 40 pesos. Respecto de los planes sociales, que insumen el 1,5% del PIB, consideró que no constituyen “un problemón”, porque sus beneficiarios “van al súper y pagan 21% de IVA” en sus compras, con lo cual “la mitad vuelve de nuevo al Estado”. Las tarifas de servicios públicos “justifican el 64% del déficit; ahí está el enemigo. Conque resolvamos estos puntos del PIB mejoramos las cuentas”, afirmó.
El consultor ganadero Federico Santángelo, de Agroideas, mencionó que en parte debido a un invierno muy crudo, en el que se esperan más de 30 heladas, se está incrementando el encierre de hacienda en los feedlots. “Va a haber mucha hacienda y el precio va a estar tranquilo en los próximos dos o tres meses. Si hay una devaluación, habrá una suba nominal, pero por debajo de la inflación”, consideró.
