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Certificaciones religiosas para ganar mercados

La palabra Kosher tiene origen hebreo y significa “apto”, mientras que el término árabe Halal quiere decir “permitido”. En la industria alimentaria ambos conceptos hacen referencia a productos que cumplen los requisitos establecidos por la ley religiosa a fin de que puedan ser consumidos por la comunidad judía e islámica, respectivamente.

halal

Kosher

Debe cumplir los preceptos del “cashrut” . Los productos que presentan mayor complejidad para su aprobación son los de origen animal. En términos generales, ser rumiante y tener pezuña partida al medio son dos requisitos básicos para que un animal mamífero sea Kosher. Las especies aceptables son vacuno, ovino y caprino. La mayoría de las aves y peces son aceptadas, aunque hay excepciones.

Están vedados los crustáceos e insectos, como también reptiles y roedores.

Se clasifican como “Parve” a los alimentos que no contienen leche ni carne, como huevos, cereales, hortalizas, frutas, té y café.

No está permitido juntar carne y leche y se exige disponer de utensilios separados para productos cárnicos por un lado, y lácteos por otro.
Hay requisitos específicos para los productos Kosher destinados a ser consumidos en Pésaj (Pascua).

Miel y Vinos

La miel constituye una excepción pues se interpreta que el alimento específicamente no deriva de la abeja (un animal no apto) sino que proviene de las flores, por lo tanto es considerada Kosher.

Para que un vino sea Kosher, no basta con haber sido elaborado con ingredientes que en su totalidad reúnan esa condición; además debe ser elaborado por judíos que observan la Torá.

Halal

También citado como Halaal, establece las condiciones para determinar qué prácticas y productos resultan permitidos por la Sharia (ley Islámica). En el caso de los alimentos, sus principios están fuertemente ligados a higiene y salubridad.

Son los propios versos del Corán los que definen a los alimentos aceptables. También en el concepto Halal, los productos que requieren mayor cuidado son los de origen animal. Se prohíbe comer carne de todo animal que haya muerto de causas naturales, la sangre y el cerdo. El Corán prohíbe asimismo las sustancias tóxicas y las bebidas alcohólicas.

Tanto Halal como Kosher establecen que la faena debe respetar ciertos procedimientos y utilizar determinados utensilios. Se exige un control riguroso de la sanidad del animal así como de la forma en que será sacrificado.

Certificación

En ambos casos, el control y la certificación están a cargo de autoridades religiosas: la Autoridad Islámica (Halal) y el Rabinato de Israel (Kosher). Los procedimientos son similares; inician con la solicitud del fabricante del producto, y le siguen inspección, evaluación y dictamen. Tanto para Kosher como para Halal, se certifica el producto pero también debe ser aprobado el establecimiento elaborador. Las certificaciones se renuevan anualmente

Oportunidades

Las certificaciones religiosas representan una valiosa oportunidad de ampliar canales de venta. Impulsan la llegada de un producto a distintos mercados, incrementando su exposición y la consecuente consideración por parte de un público consumidor diversificado.

Actualmente, Kosher y Halal se asocian con una idea de alta calidad, elaboración esmerada y rigurosidad sanitaria. De allí que sus consumidores ya no son exclusivamente judíos y musulmanes, sino que la demanda surge de veganos, vegetarianos y personas con problemas de salud como diabéticos y alérgicos.

Mercado

Hay 1.500 millones de musulmanes en 123 países. Alrededor del 25% de la población global pertenece a la religión del Islam.

La población judía ronda los 16 millones. Los países con mayor presencia de judíos además de Israel, son Estados Unidos, la UE, Canadá y Latinoamérica. Después de Israel (6,1 millones), Estados Unidos tiene la segunda mayor población judía (5,7 millones).

Unos 45 millones de personas en el mundo consumen productos Kosher; 12 millones en EE.UU. La gran mayoría no persigue cuestiones religiosas.

Las ventas de productos Halal representaron cerca de US$750 millones en 2014. En tanto el mercado Kosher alcanzó unos US$17.000 millones. Sólo en Norteamérica, este segmento ronda los US$12.000 millones; el comprador no-religioso invierte en productos Kosher US$1.900/año, en tanto que el comprador observante del Cashrut dedica US$2.750.

La categoría de certificación religiosa registró entre 2010 y 2015 un incremento promedio del 10%, tendencia que se mantiene y convoca a nuevos proveedores.-

Mira la nota en la Revista Container de Septiembre:

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