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Comercio electrónico: entre la coyuntura explosiva y la promesa de futuro

Comercio electrónico: entre la coyuntura explosiva y la promesa de futuro

La venta online en este contexto se convirtió en un gran aliado para las empresas y los consumidores, quienes impulsaron sus compras a través de este canal. Los desafíos están planteados: se necesita profesionalización del canal digital y de las personas que lo operan, mejora en la logística, en la conectividad y mayor oferta.


Por Natalia Riva
Periodista


Impulsado por la pandemia, el comercio electrónico tuvo un crecimiento exponencial en Argentina. En sólo tres meses, se alcanzaron niveles de ventas online que estaban proyectadas para dentro de tres o cuatro años. No hay certeza de qué va a pasar con este incremento cuando se vuelva a la “nueva normalidad”, sin embargo especialistas y referentes del sector coinciden en que no se regresará a los niveles de venta prepandemia y que esta coyuntura está dejando una oferta y demanda mucho más madura para el comercio online.

“El crecimiento del comercio electrónico en cuarentena deja un consumidor más cómodo con esta forma de comprar y un comerciante o empresario que descubrió que puede tener en el canal digital una buena herramienta de comercialización. Todavía estamos en el ojo de la tormenta y hay muchas dudas sobre cómo seguirá, pero hay algo que es seguro y es que la omnicanalidad digital ha quedo consolidada como una herramienta fundamental para el comercio. Pensar hoy en vender un producto o servicio sin contar con canales digitales no entra en la cabeza de nadie”, explicó a Container Guillermo Montenegro, presidente de la Cámara Mediterránea de Comercio Electrónico (Camece).


Para Guillermo Montenegro (Camece) y Mateo Navarra (CACE), el comercio eléctrico
no tiene vuelta atrás luego del “boom” de compras producido durante la cuarentena.


Según el último informe proporcionado por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (Cace), la venta online en el país registró un crecimiento en facturación del 84% en el mes de abril, en comparación con un mes promedio del primer trimestre de 2020. Además, se observó un incremento del 38% en órdenes de compra y un 71% en unidades vendidas.

“El dato interesante es que se pueden ver dos etapas bien marcadas de la cuarentena: pre y pos apertura del comercio electrónico”, completó Mateo Navarra, director de las Comisiones del Interior de Cace y fundador de la agencia de e-commerce Locus.  “A partir del 20 de abril, momento en que queda habilitada la venta minorista online para todos los rubros, se acelera el crecimiento con un incremento del 111% en facturación, 54% en órdenes de compra y 87% en productos vendidos en comparación con una quincena promedio del primer trimestre 2020”, destaca.

Sobre los rubros que vieron un mayor impacto se encuentran las categorías relacionadas con productos esenciales que crecieron en torno al 200%  –supermercados, alimentos, bebidas- y también las verticales de tecnología y electrodomésticos con un crecimiento de 280%. “Estos últimos rubros estuvieron muy empujados por el home office y la necesidad de equiparse y por el entretenimiento”, completó Navarra.

Cambio de hábitos y desafíos del online

En promedio, antes de la pandemia, las ventas a través de los canales digitales representaban 5% del total de la facturación de un comercio o empresa y ahora ese número está ubicado en torno al 10% o 12%. Nuevamente, un porcentaje que estaba proyectado para dentro de tres años. “Hay mucho por crecer todavía en el canal digital y va de la mano con los cambios de hábitos de los consumidores”, aseguró Navarra.

Para Montengro, la consolidación de la venta online va de la mano con algunas barreras que todavía hay que superar para que su funcionamiento y adopción sean del todo efectivos. “El primer desafío es la transformación digital, es decir, llevar el comercio tradicional al comercio digital en todos sus aspectos. Luego es muy importante la profesionalización de las personas que operan estos canales y armar equipos de trabajo con alta performance. Por último, el desafío está en la cadena de valor para que la logística funcione y a un costo razonable”.

Sobre este tema, Navarra agregó que “superada ya la primera barrera que era la confianza del consumidor sobre el uso de la tarjeta de crédito”, hoy algunas dificultades tienen que ver con la (mala) conectividad en muchas ciudades, con que muchos negocios no han adaptado sus plataformas web a los dispositivos móviles (que significan 75% de las visitas), y con la necesidad de que haya aún más oferta: más empresas que ofrezcan sus productos o servicios en internet. También, destacó como un desafío pendiente la generación de más y mejores medios de pagos, con ofertas y cuotas.

¿Qué sigue en materia de comercio electrónico? Para los especialistas, todavía hay mucho camino por recorrer “en el online” y consideran que no reemplazará la “venta de mostrador” sino que se complementarán y convivirán. En este sentido, el consumidor buscará una “buena experiencia de compra” independientemente de cuál haya sido el canal elegido.


Esta columna fue publicada en la edición digital de la Revista Container del 26 de junio de 2020.

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