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Una pequeña luz de normalización en el pago de las importaciones

Una pequeña luz de normalización en el pago de las importaciones

Empresas cordobesas reconocen que aparecieron algunos dólares para comenzar a cumplir con los proveedores del exterior. Otras ya hace rato apelan al dólar financiero y van por su propio camino.


Los importadores cordobeses comenzaron a tener buenas noticias: con el ingreso de divisas del agro, el cepo para pagar compras ya realizadas comenzó a ceder, lo cual avizora un trayecto –todavía no es posible hablar de horizonte- de alguna mínima normalización.

“En nuestro caso en proceso de importaciones está prácticamente regularizado. Teniendo en cuenta que asumimos el costo de pagar la deuda anterior con Bopreal y que muchos de nuestros insumos están en posiciones arancelarias que se pueden pagar en un plazo de 30 días”, indicó a este medio un fabricante de alimento para nutrición animal.

Otras empresas de capital extranjero radicadas en Córdoba consiguieron normalizar mediante el pago a través de sus casas matrices. “No pudimos pagar nada localmente aún. Recién en unos días estaríamos habilitados para el pago en cuentagotas”, agregó el ejecutivo de una Pyme internacional.

Un distribuidor mayorista de repuestos automotor analiza así el momento: “En realidad en la era Milei siempre estuvieron liberadas las importaciones pero no se podían pagar y en nuestro caso preferimos no endeudarnos porque nuestro proveedor nos mantuvo el crédito”. “Lo malo es que está todo parado y ahora sólo compramos lo necesario”, explicó.

Desde la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) se coincidió en que aparece una mejoría. “Con el paso de los meses el gobierno va a ir relajando un poco las restricciones sobre los mecanismos de pago. Las grandes empresas están fluyendo con los plazos que el gobierno impuso y están más complicadas las Pyme que, o no tienen crédito por la propia empresa o por la situación del país”. 

De algún modo, “todos se están acomodando al funcionamiento y a la normalización”, dijo una fuente. “Al achicarse la brecha cambiaria, muchos operadores salieron del Mulc para operar con dólares financieros, lo cual achica la necesidad de cumplir con las reglamentaciones oficiales”, se explicó.

Desde el miércoles pasado, los importadores que compraron Bopreal ya están autorizados a comprar las divisas que requieren para pagarles a sus proveedores y girarlas a través del mecanismo de compra y venta de bonos.

Esta posibilidad ya se había estipulado con el lanzamiento de estos títulos dolarizados, que sirvieron desde el inicio como un instrumento para brindarles una opción de salida a los importadores. Ahora tendrán la posibilidad de vender los títulos en el mercado y luego girar esas divisas a través del CCL.

La Comisión Nacional de Valores exceptuó a los tenedores de Bopreal a respetar el plazo mínimo de tenencia en cartera (parking) para transferir los mismos al exterior. 

De esta manera se facilitan utilizando estos títulos específicamente las operaciones de cable, que consisten en transferir divisas al exterior a través del mercado de bonos.

Al mismo tiempo, ya quedará normalizado el flujo de demanda de divisas de los importadores, al cumplirse 120 días de la entrada en vigencia de la normativa que estableció que los pagos a proveedores debían efectuarse en cuatro cuotas. La deuda comercial total se mantiene en unos U$S 9.500 millones.

¿Qué cambia entonces? Desde ahora la demanda de divisas será la habitual para operaciones de comercio exterior: se seguirá acumulando deuda, pero al mismo tiempo se irá cancelando la de aquellos que importaron en los primeros meses del año.

Cabe señalas que estas medidas no implican una liberación del cepo cambiario, aunque sí produce un avance a una mayor flexibilización. 

Se mantiene la prohibición de girar ganancias al exterior o comprar dólares para atesoramiento en el mercado oficial de cambios.

Aunque la brecha entre el dólar oficial y el paralelo está en niveles mínimos, la administración de Milei prefiere no apurarse para salir del cepo. 

Una incógnita es si los pagos al exterior de los importadores se compensarán con la liquidación de divisas por la venta de soja. Si el Gobierno acumula pero no abre la puerta de salida, el dólar podría continuar en baja.

En las próximas semanas se verá si la mayor demanda autorizada a importadores ayuda a compensar la liquidación de divisas de las cereales por la exportación de soja. De lo contrario, las cotizaciones pueden seguir cayendo. Además, hasta el momento el FMI no ha dado señales de que vaya a apuntalar el proceso con un préstamo adicional, como pretende Caputo.

La estrategia del gobierno de Javier Milei es opuesta a la que en su momento adoptó Mauricio Macri. El apuro ahora pasa por la consolidación del superávit fiscal, mientras que la liberación de las restricciones cambiarias queda para más adelante, con el objetivo de evitar cualquier cimbronazo cambiario.

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