Economía: La elección pasa por elegir entre dos males

Por Lic. Nancy Villarruel, Economista.

“No fue magia” y “pasaron cosas” son frases popularizadas en gestiones anteriores que hoy cobran vigencia. Hace unas semanas se conocía el cierre fiscal de enero mostrando un superávit inédito en doce años. Esto infló el pecho del Presidente y el ministro de Economía que son el ideólogo y el ejecutor, respectivamente, de tamaña proeza. Digámoslo honestamente, conseguir ese resultado a dos meses de asumir es meritorio. 

Pero también se puntualizó en esta columna que los drivers de ese resultado no eran sostenibles ni serían soportados mucho tiempo por la sociedad. La que hace magia, en todo caso, es una varita; nunca una licuadora o una motosierra. El resultado fue producto de un quirúrgico recorte de gastos y de una licuación de jubilaciones y la asistencia social en un contexto de –aún– elevada inflación. 

Sin embargo, esa inflación que está haciendo su “magia” para corregir el déficit también está siendo atacada por el equipo económico, en el convencimiento de que es una necesidad imperiosa y una demanda social urgente. El próximo martes conoceremos el dato de inflación de febrero que se ubicaría en torno al 14% al 17%, lo cual también es un punto a favor para la administración nacional dando respuesta a ese reclamo.

Por otro lado, los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso respecto al gasto de la Administración Pública Nacional (que no son los datos del MEcon) volvieron a anotar una profunda baja en febrero en jubilaciones (el gasto mayor), subsidios y transferencias a provincias, en términos reales. Probablemente, los datos de Economía que se conozcan el 20 de este mes sean en el mismo sentido; pero también se verán afectados los ingresos provenientes de la recaudación de impuestos ligados a la actividad económica. 

“Pasaron cosas”: construcción, ventas minoristas, patentamientos, venta y producción de autos y motos, han registrado sensibles bajas. Corregir la elevadísima inflación que nos azota trajo recesión. En economía se denomina trade-off. Se trata de elegir atacar un mal a costa de padecer otro. Elegir entre elevada y persisten suba de precios o una recesión no es una decisión agradable, pero sí es fácil en términos técnicos. La inflación es un mal que, una vez que se enquista, es difícil de extirpar. La recesión es más sensible y hay varios factores que pueden activarse para remontarla.

Así las cosas, en estos tres meses de gestión, el Presidente Milei ha conseguido bajar la inflación y registrar superávit, pero debe administrar recursos muy volátiles en medio de una fuerte recesión, haciendo equilibrio con el apoyo popular que aún conserva. No por nada, la frase más popularizada hasta ahora es “No hay plata”. Stay tunned!