¿Cuándo llegaremos al vértice de la “V”?
Columna por Walter Giannoni.
Ante los errores del pasado y la recesión, algunas empresas de peso significativo han comenzado a tomar decisiones en el funcionamiento de sus estructuras y eso en la cultura argentina marca el inicio de una cuenta a contrareloj sobre el desempeño del esquema económico –todavía no es posible hablar de plan– diseñado por el Gobierno para frenar la inflación.
La expectativa y altos índices de apoyo por parte de la ciudadanía contribuyen a mitigar la espera hacia el ansiado rebote de la economía. Cuándo llega el país al vértice de la “V” o de la “pipa de Nike”, como llaman algunos economistas a ese proceso, para volver a iniciar una senda de crecimiento se ha vuelto una discusión central en ámbitos donde no necesariamente hay posiciones refractarias hacia el presidente Milei y su ministro Caputo.
Con la visión de la macro, el Gobierno obtuvo la semana pasada una saga de noticias positivas, alentadas por esa estrategia de censurar al máximo posible el gasto. La inflación mostró otro signo de baja, el Banco Central compró casi mil millones de dólares, las reservas salieron de su fase negativa, pudo abrir la mano para entregar un poco más de dólares a las Mipymes, entre otras.
También hubo un correlato negativo: la industria transita por un nivel mínimo de actividad, por ejemplo. Esa performance no es solo responsabilidad del modelo elegido para contener la inflación, sino que gran parte proviene de la herencia recibida. El enfriamiento no comenzó el 10 de diciembre. Eso está fuera de discusión. Sectores como la construcción o la industria automotriz pueden ser convocados de testigos.
En la construcción arrancó mucho antes –en mayo de 2023–, con el largo año político que transitamos los argentinos que derivó en una parálisis total cuando ese proceso indicó que habría un balotage presidencial entre un candidato populista que gastó varios puntos del PBI en la campaña y un outsider de la política. En la fabricación de autos, el desplome había empezado en agosto, con el cepo más agudo.
Todos los indicadores muestran que hay que buscar en esos momentos, y no en las decisiones de Milei, el punto inicial con el cual se dibuja la famosa “V”. Con él en la Casa Rosada la marcha se ralentizó mucho más. Por ese extenso trayecto de crisis (cuyo telón de fondo son 12 años sin crecimiento económico) hay fatiga y urgencias a flor de piel en casi todos los sectores de la economía.
