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Esta vez sí vivimos un hecho “histórico”

Esta vez sí vivimos un hecho “histórico”

Columna de Walter Giannoni.


No conozco qué ocurre en otros países, pero al menos en la Argentina hay una tendencia al abuso del adjetivo “histórico” para poner de relevancia cualquier hecho sucedido en nuestros días que, por lo tanto, nos tiene directa o tangencialmente de protagonistas.

Se han convertido en “históricos” o “históricas” tormentas eléctricas, eclipses, manifestaciones populares, subidas o bajantes de ríos, debates parlamentarios, expresiones polémicas o partidos de fútbol y cientos de cosas que ya nadie recuerda.

Da la impresión que la sociedad moderna es una maquinaria infernal de producir eventos históricos, aún cuando con la retirada de la industria editorial por el avance de la tecnología sea cada vez más difícil encontrar estos episodios patentizados en los libros de papel, el soporte físico que garantizaba perdurabilidad.

En realidad, histórico es algo que por su trascendencia y consecuencias posteriores merece ser tenido como un ícono en la correlación de los tiempos. La sola excepcionalidad de un hecho no lo convierte en histórico por sí mismo, más bien sólo se trata de eso, un episodio.

Pero esta semana ocurrió algo realmente histórico: el discurso en el recinto de la Cámara de Diputados de Máximo Kirchner. El hijo de la vicepresidenta le enrostró al Presidente su aparente debilidad frente a un laboratorio extranjero, lo cual trajo a la mesa reminiscencias de la historia pero también dejó en claro que en la gestión de la pandemia había un sesgo ideológico que el kirchnerismo duro integrante del Gobierno se negaba a aceptar.

Ese mensaje de Máximo convirtió en un dato concreto las sospechas sobre los vínculos geopolíticos que orientaban la compra de las vacunas. Hacer marcha atrás en la ley que impedía las adquisiciones a la norteamericana Pfizer, levantar esa palabrita polémica que clausuró toda negociación, les dolía en el alma a quienes habían elegido que el país debía alinearse con China y Rusia en el nuevo orden internacional pos pandemia.

El diputado no tuvo reparos en dejar expuesto y sumarle debilidad política a Alberto Fernández al decir que si se debía modificar una ley por los condicionamientos de un laboratorio qué quedaría entonces para la negociación con el FMI. El mandatario le respondió con obviedades y desde la emocionalidad de una persona agobiada.

Ese cruce sí quedara en los libros de historia, aunque en el futuro sean digitales.


Esta columna fue publicada en la edición digital de la Revista Container el 12 de julio de 2021.

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